13.4.04
Los servicios secretos sostienen que los responsables de los atentados están libres
13-04-04
EL 11-M / LA INVESTIGACION
Los servicios secretos sostienen que los responsables de los atentados están libres
Fuentes de la Inteligencia española, francesa y marroquí citadas por 'The New York Times' afirman que «no hay evidencias convincentes de que se haya encontrado al cerebro de la operación»
PABLO PARDO. Especial para EL MUNDO
WASHINGTON.- El diario The New York Times publicó ayer un extenso artículo en el que fuentes de los servicios de Inteligencia de España, Francia y Marruecos sostienen que varios de los máximos responsables del 11-M pueden estar todavía en libertad.
(.../...)
Según esas fuentes, «no hay evidencias convincentes de que se haya encontrado al cerebro de la operación», a pesar de la orden internacional de busca y captura contra Sarjane ben Abdelmajid Fakhet, en la que se le define como «líder y coordinador» de los atentados. Fakhet murió, junto con otros seis integristas y un miembro de los GEO, en la explosión del piso de Leganés el pasado día 3.
The New York Times también señala que sus fuentes en Francia, España y Marruecos cuestionan explícitamente las afirmaciones del ministro del Interior en funciones, Angel Acebes tras el suicidio de los integristas. Acebes afirmó que el núcleo del grupo islamista estaba «detenido o muerto».
Las filtraciones recogidas en el artículo del diario estadounidense revelan la existencia de «fricciones entre altos cargos e investigadores que han quedado expuestas después del atentado».
«Es muy importante que siete personas de esa célula terrorista estén muertas, y estamos más seguros ahora que hace una semana.Pero hay gente importante a diferentes niveles -tanto en la parte más alta de la organización como en la más baja- que todavía tenemos que encontrar. Nos faltan algunas piezas del rompecabezas», afirma un «alto funcionario español» al diario.
Esas «piezas» podrían ser los marroquíes Amer Azizi -según The Washington Post, uno de los líderes de Al Qaeda en Europa- y Said Berraj, vinculado con Al Qaeda y con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. También incluiría a un ciudadano norteafricano y al egipcio Rabei Osman Ahmed.
La organización que está detrás del 11-M es otra de las sorpresas.Según The New York Times y The Washington Post, los atentados fueron organizados por un grupo terrorista local completamente independiente de Al Qaeda, ya que hasta ahora no se han descubierto ni transferencias de dinero, ni grabaciones de conversaciones interceptadas ni reuniones personales que avalen la participación de la red de Bin Laden.
Fakhet pidió ayuda a primeros de enero de 2003 a Azizi, quien le explicó que la organización que dirige Bin Laden no iba a prestar ningún tipo de apoyo al plan, pero le autorizó a utilizar el nombre de Al Qaeda en la reivindicación.
Esta estructura terrorista avala la tesis de expertos como Peter Bergen, de la New America Foundation, que sostienen que «Al Qaeda ha dejado de ser una organización para convertirse en una ideología».El pasado mes de febrero, el director de la CIA, George Tenet, avaló esta teoría en una comparecencia en el Congreso de EEUU.La consecuencia más evidente de este nacimiento de nuevas Al Qaedas es que la captura o muerte de Bin Laden no supondría el fin de los atentados masivos.
En cualquier momento
Un informe de los servicios de Inteligencia españoles realizado a principios del año pasado y recogido ayer por The New York Times afirmaba que en España había células durmientes de radicales islámicos con infraestructura logística y financiera que podían ser activadas «en cualquier momento».
Los indicios de la presencia de terroristas musulmanes aumentaron después de los atentados de Casablanca, hace 11 meses, en los que una decena de suicidas mató a 32 personas, entre ellas dos españoles. Otro informe, elaborado en octubre pasado, afirmaba que había «una presencia importante» de islamistas en nuestro país, «que debe tomarse seriamente». El documento fue realizado cuando Osama bin Laden mencionó expresamente a España como uno de los países que Al Qaeda iba a atacar por su participación en la Guerra de Irak. El análisis de los servicios de Inteligencia concluía que «no mucho tiempo después» podría tener lugar un atentado.
PABLO PARDO. Especial para EL MUNDO
WASHINGTON.- El diario The New York Times publicó ayer un extenso artículo en el que fuentes de los servicios de Inteligencia de España, Francia y Marruecos sostienen que varios de los máximos responsables del 11-M pueden estar todavía en libertad.
(.../...)
Según esas fuentes, «no hay evidencias convincentes de que se haya encontrado al cerebro de la operación», a pesar de la orden internacional de busca y captura contra Sarjane ben Abdelmajid Fakhet, en la que se le define como «líder y coordinador» de los atentados. Fakhet murió, junto con otros seis integristas y un miembro de los GEO, en la explosión del piso de Leganés el pasado día 3.
The New York Times también señala que sus fuentes en Francia, España y Marruecos cuestionan explícitamente las afirmaciones del ministro del Interior en funciones, Angel Acebes tras el suicidio de los integristas. Acebes afirmó que el núcleo del grupo islamista estaba «detenido o muerto».
Las filtraciones recogidas en el artículo del diario estadounidense revelan la existencia de «fricciones entre altos cargos e investigadores que han quedado expuestas después del atentado».
«Es muy importante que siete personas de esa célula terrorista estén muertas, y estamos más seguros ahora que hace una semana.Pero hay gente importante a diferentes niveles -tanto en la parte más alta de la organización como en la más baja- que todavía tenemos que encontrar. Nos faltan algunas piezas del rompecabezas», afirma un «alto funcionario español» al diario.
Esas «piezas» podrían ser los marroquíes Amer Azizi -según The Washington Post, uno de los líderes de Al Qaeda en Europa- y Said Berraj, vinculado con Al Qaeda y con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. También incluiría a un ciudadano norteafricano y al egipcio Rabei Osman Ahmed.
La organización que está detrás del 11-M es otra de las sorpresas.Según The New York Times y The Washington Post, los atentados fueron organizados por un grupo terrorista local completamente independiente de Al Qaeda, ya que hasta ahora no se han descubierto ni transferencias de dinero, ni grabaciones de conversaciones interceptadas ni reuniones personales que avalen la participación de la red de Bin Laden.
Fakhet pidió ayuda a primeros de enero de 2003 a Azizi, quien le explicó que la organización que dirige Bin Laden no iba a prestar ningún tipo de apoyo al plan, pero le autorizó a utilizar el nombre de Al Qaeda en la reivindicación.
Esta estructura terrorista avala la tesis de expertos como Peter Bergen, de la New America Foundation, que sostienen que «Al Qaeda ha dejado de ser una organización para convertirse en una ideología».El pasado mes de febrero, el director de la CIA, George Tenet, avaló esta teoría en una comparecencia en el Congreso de EEUU.La consecuencia más evidente de este nacimiento de nuevas Al Qaedas es que la captura o muerte de Bin Laden no supondría el fin de los atentados masivos.
En cualquier momento
Un informe de los servicios de Inteligencia españoles realizado a principios del año pasado y recogido ayer por The New York Times afirmaba que en España había células durmientes de radicales islámicos con infraestructura logística y financiera que podían ser activadas «en cualquier momento».
Los indicios de la presencia de terroristas musulmanes aumentaron después de los atentados de Casablanca, hace 11 meses, en los que una decena de suicidas mató a 32 personas, entre ellas dos españoles. Otro informe, elaborado en octubre pasado, afirmaba que había «una presencia importante» de islamistas en nuestro país, «que debe tomarse seriamente». El documento fue realizado cuando Osama bin Laden mencionó expresamente a España como uno de los países que Al Qaeda iba a atacar por su participación en la Guerra de Irak. El análisis de los servicios de Inteligencia concluía que «no mucho tiempo después» podría tener lugar un atentado.