10.5.04
Jamal Ahmidan era traficante de hachís y estuvo preso en Marruecos
10-05-04
11-M
Jamal Ahmidan era traficante de hachís y estuvo preso en Marruecos
ANTONIO RUBIO
MADRID.- Los explosivos y detonadores que vio el marroquí Rafá Zouhier estaban en casa de Jamal Ahmidan, El Chino, que era un importante traficante de hachís.
El Chino distribuía su mercancía en la Comunidad de Madrid con la ayuda de una serie de compatriotas marroquíes. Ese negocio posibilitó que Jamal tuviera unos ingresos muy elevados y que se comprara una casa y un chalé en Madrid.(.../...)
Se da la circunstancia de que El Chino tuvo serios problemas en su país de origen, Marruecos, donde llegó a estar en prisión durante unos dos años.
El motivo del encarcelamiento de Ahmidan se debió a que fue acusado de una negligencia que provocó la muerte de una persona. Finalmente, El Chino llegó a un acuerdo millonario con la familia del difunto y fueron retirados los cargos, lo que posibilitó que regresara a España.
Cuando El Chino llegó a España, hace más de dos años, traía consigo unos 120 millones de pesetas, y tuvo el detalle de comprar varios vehículos y regalarlos a la gente que trabajaba con él traficando con hachís.
Jamal Ahmidan también fue una de las personas que llegó a un acuerdo final con el ex minero Suárez Trashorras cuando éste intercambió droga por explosivos.
Según las investigaciones policiales, El Chino fue la persona que, con un pasaporte falso, alquiló el chalé de Morata de Tajuña donde se prepararon las mochilas bomba utilizadas en los trenes de la muerte.
Jamal Ahmidan, que se inmoló el 3 de abril en un piso de Leganés, era el lugarteniente de Serhane ben Abdelmaji, El Tunecino.
El juez de la Audiencia nacional Juan del Olmo considera, según consta en el sumario, que El Tunecino fue el coordinador de todos los atentados del 11-M.
El Chino y su familia eran dueños de varios establecimientos de venta de ropa en el barrio de Lavapiés. Jamal Ahmidan tenía dos hermanos y estaba casado con una española.
El Chino distribuía su mercancía en la Comunidad de Madrid con la ayuda de una serie de compatriotas marroquíes. Ese negocio posibilitó que Jamal tuviera unos ingresos muy elevados y que se comprara una casa y un chalé en Madrid.(.../...)
Se da la circunstancia de que El Chino tuvo serios problemas en su país de origen, Marruecos, donde llegó a estar en prisión durante unos dos años.
El motivo del encarcelamiento de Ahmidan se debió a que fue acusado de una negligencia que provocó la muerte de una persona. Finalmente, El Chino llegó a un acuerdo millonario con la familia del difunto y fueron retirados los cargos, lo que posibilitó que regresara a España.
Cuando El Chino llegó a España, hace más de dos años, traía consigo unos 120 millones de pesetas, y tuvo el detalle de comprar varios vehículos y regalarlos a la gente que trabajaba con él traficando con hachís.
Jamal Ahmidan también fue una de las personas que llegó a un acuerdo final con el ex minero Suárez Trashorras cuando éste intercambió droga por explosivos.
Según las investigaciones policiales, El Chino fue la persona que, con un pasaporte falso, alquiló el chalé de Morata de Tajuña donde se prepararon las mochilas bomba utilizadas en los trenes de la muerte.
Jamal Ahmidan, que se inmoló el 3 de abril en un piso de Leganés, era el lugarteniente de Serhane ben Abdelmaji, El Tunecino.
El juez de la Audiencia nacional Juan del Olmo considera, según consta en el sumario, que El Tunecino fue el coordinador de todos los atentados del 11-M.
El Chino y su familia eran dueños de varios establecimientos de venta de ropa en el barrio de Lavapiés. Jamal Ahmidan tenía dos hermanos y estaba casado con una española.