2.6.04
Un documento secreto revela contactos entre el entorno de ETA y un dirigente del GIA
02.06-04
11-M / Un dirigente de Jarrai mantuvo una estrecha relación en la cárcel con Abdelkrim Beresmail, del grupo islamista argelino / «Según él, tú pones la bomba y no tienes que avisar. Para mí, chapó», le dijo a un amigo
Un documento secreto revela contactos entre el entorno de ETA y un dirigente del GIA
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO
MADRID.- El entorno de ETA mantuvo contactos con un dirigente del Grupo Islamista Armado (GIA) tras el 11-S, según pone de manifiesto un documento secreto, aportado al Gobierno por los servicios de Información, al que ha tenido acceso EL MUNDO.(.../...)
En el citado documento se reproduce una conversación que tuvo lugar entre Juan Luis Camarero López y su amigo Joseba Iñaki Bereciartúa. La charla se desarrolló a finales de septiembre de 2001 en la cárcel de Villabona (Asturias).
Camarero López cumplía entonces condena de seis años de prisión por agredir al ertzaina Ander Susaeta.
El detenido, un conocido dirigente de la organización juvenil Jarrai (declarada ilegal por el juez Baltasar Garzón), participó en agosto de 1993, junto a un grupo de unos 20 jóvenes, en una brutal paliza al policía autónomo, que iba de paisano, durante las fiestas de Bilbao.
Posteriormente, tras ser condenado a seis años de cárcel, se fugó de España y se refugió en México. Dicho país le extraditó finalmente en junio de 1998 y, de esa forma, pudo cumplir su condena en la prisión asturiana.
Por su parte, Joseba Iñaki Bereciartúa fue detenido por colaboración con ETA en una operación llevada a cabo por la Guardia Civil contra miembros del comando Vizcaya en enero de 1992. Cuando se produjo la conversación, Bereciartúa ya se encontraba en libertad.
«Con una bomba encima»
En el documento secreto aparece transcrito el siguiente diálogo:
-Vine con el argelino que está aquí, comenta Camarero López.
-¿Del GIA, no?, inquiere Bereciartúa.
-Sí, es la leche. Está supercontento [se refiere a los atentados cometidos por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono]. Tiene unas ganas de matar yanquis que mecagüen la leche. ¡Increíble! Es un tío superserio. Este es de los que, en cuanto salga, va con una bomba encima. Yo me llevo superbien con él.
Y concluye su comentario elogioso sobre el miembro del grupo terrorista islámico radicado en Argelia: «Todo lo que sea guerra, de puta madre. Para él, hay cosas que nosotros hacemos muy mal.Según él, tú pones la bomba y no tienes que avisar. Tiene que haber muchos muertos. Y ésa es la historia, otro concepto. Mira lo que han hecho [otra vez en referencia a los atentados del 11-S]. Para mí, chapó».
El argelino al que se refería Camarero López era Abdelkrim Beresmail, que fue detenido en Valencia en 1997 en el curso de la llamada operación Apréciate, llevada a cabo por la Unidad Central de Información Exterior de la policía.
La Audiencia Nacional le juzgó en el mes de junio de 2001 y le condenó a 12 años de cárcel, acusándole de formar parte del aparato logístico del GIA.
En la citada operación (en la que fueron detenidas un total de 11 personas), la policía se incautó de armas, teléfonos móviles y transmisores. La célula del GIA detenida en Valencia se encargaba del tránsito de terroristas desde el continente africano a Europa y se financiaba, fundamentalmente, con robos a domicilios y con sustracciones de vehículos.
Contactos detectados
Justamente unos meses antes de producirse la conversación que se reproduce en el documento que los servicios de Información trasladaron al Gobierno al día siguiente de los atentados del 11 de marzo, la policía había detectado ya contactos entre el entorno de ETA y grupos terroristas de carácter islamista.
El 6 de octubre de 2001, EL MUNDO publicó una información en la que se hacía referencia precisamente a esos contactos.
Según fuentes solventes, entre finales de diciembre de 2000 y principios de enero de 2001 una delegación de 10 personas pertenecientes a la organización terrorista palestina Hamas visitó el País Vasco invitada por Herri Batasuna (partido ilegalizado igualmente por Garzón por formar parte del conglomerado de ETA).
La facción más radical del citado grupo abertzale (precisamente la que se encuadraba dentro de Jarrai, la organización juvenil de HB de la que era dirigente Camarero López) defendía para el País Vasco el inicio de una ofensiva de lucha callejera imitando las tácticas utilizadas en la Intifada en Palestina.
El documento en el que aparece reflejada la conversación aludida entre Camarero López y Bereciartúa formaba parte de un informe más completo que los servicios de Información trasmitieron al Gobierno tras los atentados del 11 de marzo.
Un documento secreto revela contactos entre el entorno de ETA y un dirigente del GIA
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO
MADRID.- El entorno de ETA mantuvo contactos con un dirigente del Grupo Islamista Armado (GIA) tras el 11-S, según pone de manifiesto un documento secreto, aportado al Gobierno por los servicios de Información, al que ha tenido acceso EL MUNDO.(.../...)
En el citado documento se reproduce una conversación que tuvo lugar entre Juan Luis Camarero López y su amigo Joseba Iñaki Bereciartúa. La charla se desarrolló a finales de septiembre de 2001 en la cárcel de Villabona (Asturias).
Camarero López cumplía entonces condena de seis años de prisión por agredir al ertzaina Ander Susaeta.
El detenido, un conocido dirigente de la organización juvenil Jarrai (declarada ilegal por el juez Baltasar Garzón), participó en agosto de 1993, junto a un grupo de unos 20 jóvenes, en una brutal paliza al policía autónomo, que iba de paisano, durante las fiestas de Bilbao.
Posteriormente, tras ser condenado a seis años de cárcel, se fugó de España y se refugió en México. Dicho país le extraditó finalmente en junio de 1998 y, de esa forma, pudo cumplir su condena en la prisión asturiana.
Por su parte, Joseba Iñaki Bereciartúa fue detenido por colaboración con ETA en una operación llevada a cabo por la Guardia Civil contra miembros del comando Vizcaya en enero de 1992. Cuando se produjo la conversación, Bereciartúa ya se encontraba en libertad.
«Con una bomba encima»
En el documento secreto aparece transcrito el siguiente diálogo:
-Vine con el argelino que está aquí, comenta Camarero López.
-¿Del GIA, no?, inquiere Bereciartúa.
-Sí, es la leche. Está supercontento [se refiere a los atentados cometidos por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono]. Tiene unas ganas de matar yanquis que mecagüen la leche. ¡Increíble! Es un tío superserio. Este es de los que, en cuanto salga, va con una bomba encima. Yo me llevo superbien con él.
Y concluye su comentario elogioso sobre el miembro del grupo terrorista islámico radicado en Argelia: «Todo lo que sea guerra, de puta madre. Para él, hay cosas que nosotros hacemos muy mal.Según él, tú pones la bomba y no tienes que avisar. Tiene que haber muchos muertos. Y ésa es la historia, otro concepto. Mira lo que han hecho [otra vez en referencia a los atentados del 11-S]. Para mí, chapó».
El argelino al que se refería Camarero López era Abdelkrim Beresmail, que fue detenido en Valencia en 1997 en el curso de la llamada operación Apréciate, llevada a cabo por la Unidad Central de Información Exterior de la policía.
La Audiencia Nacional le juzgó en el mes de junio de 2001 y le condenó a 12 años de cárcel, acusándole de formar parte del aparato logístico del GIA.
En la citada operación (en la que fueron detenidas un total de 11 personas), la policía se incautó de armas, teléfonos móviles y transmisores. La célula del GIA detenida en Valencia se encargaba del tránsito de terroristas desde el continente africano a Europa y se financiaba, fundamentalmente, con robos a domicilios y con sustracciones de vehículos.
Contactos detectados
Justamente unos meses antes de producirse la conversación que se reproduce en el documento que los servicios de Información trasladaron al Gobierno al día siguiente de los atentados del 11 de marzo, la policía había detectado ya contactos entre el entorno de ETA y grupos terroristas de carácter islamista.
El 6 de octubre de 2001, EL MUNDO publicó una información en la que se hacía referencia precisamente a esos contactos.
Según fuentes solventes, entre finales de diciembre de 2000 y principios de enero de 2001 una delegación de 10 personas pertenecientes a la organización terrorista palestina Hamas visitó el País Vasco invitada por Herri Batasuna (partido ilegalizado igualmente por Garzón por formar parte del conglomerado de ETA).
La facción más radical del citado grupo abertzale (precisamente la que se encuadraba dentro de Jarrai, la organización juvenil de HB de la que era dirigente Camarero López) defendía para el País Vasco el inicio de una ofensiva de lucha callejera imitando las tácticas utilizadas en la Intifada en Palestina.
El documento en el que aparece reflejada la conversación aludida entre Camarero López y Bereciartúa formaba parte de un informe más completo que los servicios de Información trasmitieron al Gobierno tras los atentados del 11 de marzo.