13.7.04
13-07-04 Informaciones
13-07-04
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
Prisiones admite ahora dos visitas de guardias a Zouhier
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
EL 'DESMENTIDO' DE PRISIONES
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
Zaplana: «Lo sabían y lo intentaron ocultar»
11-M LA INVESTIGACION
Un ministro en apuros
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Rajoy acusa a Prisiones de «mentir» sobre Zouhier
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Los guardias civiles quieren que sus mandos declaren
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
Prisiones admite ahora dos visitas de guardias a Zouhier
Dice que estos encuentros se produjeron el 9 y el 14 de abril, con el gobierno en funciones del PP
FERNANDO LAZARO / GUACIMARA CASTRILLO
MADRID/EL ESCORIAL.- La Dirección General de Prisiones remitió a media tarde de ayer una nueva nota informativa en la que ya reconoce que, como informó EL MUNDO, agentes de la Guardia Civil visitaron en prisión en dos ocasiones al confidente Rafá Zouhier, encarcelado por su presunta implicación en el 11-M.
Prisiones trató de contestar a las acusaciones lanzadas ayer por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, en las que acusaba de mentir a Instituciones Penitenciarias. El estamento dirigido por Mercedes Gallizo recuerda que el pasado 6 de julio desmintió que cualquier miembro de la Guardia Civil visitara a Zouhier los días 22 y 23 de mayo en el centro penitenciario de Madrid III.
En su comunicación de ayer, Prisiones reitera el desmentido de que estas visitas se produjeran en esas fechas. Pero aclara en un segundo punto lo siguiente: «Revisado el registro de visitas del centro penitenciario Madrid III y de otros centros penitenciarios, los únicos contactos de miembros de la Guardia Civil con Rafá Zouhier se produjeron los días 9 y 14 de abril de 2004. En estas fechas era ministro del Interior en funciones Angel Acebes y el director general de Instituciones Penitenciarias en funciones, Angel Yuste».
La nota del Departamento de Gallizo finaliza asegurando que toda la información relativa a las «visitas y comunicaciones a Rafá Zouhier ha sido puesta en conocimiento de la autoridad judicial competente».
Horas antes de que se difundiera esta nota, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, compareció en rueda de prensa junto a su colega francés, Dominique de Villepin. Cuando fue preguntado sobre la apertura de la investigación judicial, a instancias de la Fiscalía, sobre las visitas de guardias civiles a Zouhier, Alonso fue preciso, muy preciso: «Me remito en sus justos términos a la nota emitida por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias».En dicha nota, se negaba que agentes de la Guardia Civil hubieran visitado a Rafá Zouhier, confidente del Instituto Armado encarcelado en la prisión de Valdemoro por su presunta implicación en los atentados, los días 22 y 23 de mayo. En dicha nota no se hablaba nada de las visitas, ahora sí reconocidas, de los días 9 y 14 de abril.
Ante la mirada un tanto sorprendida de su colega Villepin, Alonso aseguró que desde su Departamento se colaboraría en todo lo que la Justicia requiera, «como no podía ser de otra manera». «Por lo demás, el criterio es muy claro. Lo he repetido muchas veces y lo repito una vez más. La posición del Gobierno, del Estado y del Ministerio del Interior es de plena y absoluta colaboración con los jueces por una parte y con el Parlamento con la otra», añadió el ministro.
«Dimensión institucional»
En este sentido, reiteró su «plena confianza» en el funcionamiento de las Instituciones del Estado de Derecho y deseó que éstas finalicen sus investigaciones, tanto por la vía parlamentaria como por la judicial, «con la mayor prontitud posible». «Nosotros estamos al servicio de los jueces y del Parlamento», indicó el titular de Interior quien añadió que en este asunto de los confidentes presuntamente implicados en el 11-M, su departamento se mueve en el marco de la «dimensión institucional».
Alonso había sido preguntado por la reacción a esta noticia del secretario general del PP, Mariano Rajoy, quien poco antes había asegurado que tenía «la convicción de que alguien está mintiendo en Instituciones Penitenciarias». «Nosotros sí vamos a dejar trabajar a los jueces, y nosotros sí vamos a dejar trabajar al Parlamento», dijo el ministro del Interior.
Por su parte, el secretario de Estado de seguridad, Antonio Camacho, también se refirió a la polémica de los confidentes desde El Escorial (Madrid) donde participó en uno curso de verano. «Creo que hay una investigación policial muy clara que dice que no existen irregularidades». Así de contundente se mostró Camacho al ser preguntado por las denuncias realizadas por el confidente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil de que había sido presionado por agentes de éste cuerpo estando ya encarcelado.
Camacho explicó con tono rotundo que ya existe un comunicado, realizado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.«Yo creo que el tema está bastante claro», aseguró.
El secretario de Estado aclaró, además, sobre los confidentes del 11-M: «Yo no tengo que decidir, es algo es algo que tiene que decidir la Comisión de Investigación parlamentaria. Por lo tanto, no me puedo pronunciar acerca de cuál va a ser la decisión que adopte el Parlamento en relación a este tema».
El Secretario de Estado de Seguridad, número dos de Alonso, realizó estas declaraciones en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial, dónde inauguraba un ciclo sobre Ciencia y Tecnología Policial.
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
EL 'DESMENTIDO' DE PRISIONES
El mismo día que EL MUNDO publicaba la noticia, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias hizo pública una nota, en la que desmentía que en los días 22 y 23 de mayo el confidente Zouhier hubiera recibido la visita de miembros de la Guardia Civil, con un titular ambiguo que generó confusión. Así, en la jornada siguiente, tanto emisoras de radio como algún periódico negaron las presiones, y ayer mismo, como reproduce el titular del teletipo de Efe, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, seguía ofreciendo la versión de que Zouhier no recibió ninguna visita.
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
Zaplana: «Lo sabían y lo intentaron ocultar»
MADRID.- Eduardo Zaplana declaró ayer que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mintió cuando afirmó que el confidente Rafá Zouhier no recibió visitas por parte de agentes de la Guardia Civil y, en este sentido, destacó que el Ejecutivo central ha tenido que «rectificar» y reconocer que, «al menos el 9 y el 14 de abril», se produjeron estos encuentros.
Tras destacar que la fecha en la que se produjeron las visitas «es, sin duda, lo de menos», el portavoz del PP en el Congreso criticó que el día en que el Gobierno informó de que no existía constancia de las visitas «ya sabía de sobra que se habían producido, y lo intentaron ocultar». En la misma línea, señaló que el comunicado emitido ayer por Interior en el que anuncia la existencia de estos encuentros en las fechas señaladas lo podían «haber facilitado anteriormente, y no lo han hecho de forma intencionada, queriendo ocultar la verdad».
«Esto», añadió el portavoz 'popular', «nos lleva a pensar que tal vez algunas noticias que están apareciendo en los medios pueden tener más sentido del que el Gobierno les quiere dar y reconocer».
«Parece evidente que ya no queda ningún argumento para seguir oponiéndose a las comparecencias solicitadas por el PP», concluyó Zaplana.
11-M LA INVESTIGACION
Un ministro en apuros
FERNANDO LOPEZ AGUDIN
Se apellida Alonso, se llama José Antonio, fue temprano compañero de pupitre de Zapatero, es juez y ocupa, inesperadamente, la cartera de Interior cuando todos pensaban que iba hacerse cargo de un Ministerio de Justicia finalmente ocupado por López Aguilar.Desde ayer, desde el mismo instante en que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ordenase la apertura de una investigación sobre las supuestas amenazas de la Guardia Civil sobre el confidente Rafá Zouhier, es un ministro en apuros.
Sucesor de Acebes, el primer cadáver político de los trabajos de la Comisión de Investigación parlamentaria sobre la matanza del 11-M, puede acabar también compartiendo su sepultura política si la indagación ordenada por la Fiscalía General concluye encontrando las huellas que prueben los esfuerzos persuasivos de los agentes de la Benemérita sobre Zouhier. Entonces, sería algo más que un ministro en apuros. Sería un ministro caído en desgracia, apenas rebasados los 100 días de gracia del Gobierno Zapatero, que no habría escapado a la maldición de Interior que padecen todos sus anteriores ministros.
No cabe llamarse a engaño. Cualquier comisión de investigación sobre el trabajo policial de los aparatos de seguridad del Estado suscita no pocas dudas, muchos problemas e innumerables resistencias.Tanto gremiales como corporativas, puesto que, tanto la Guardia Civil como la policía, rechazan abrirse en canal para someterse a la disección de sus tan evidentes como lógicos fallos orgánicos, profesionales y políticos.
Apenas cicatrizadas las heridas de las penúltimas investigaciones, sobre las sucesivas siglas de la guerra sucia, son literalmente empujados a volver a entrar en el quirófano del Congreso de los Diputados donde les espera, una vez más, el implacable bisturí que la clase política se niega a utilizar sobre su mismo cuerpo político.
Si en Defensa niegan la desclasificación de algunos de los informes secretos que Zapatero prometiera desclasificar, no sería extraño que en Interior negaran la declaración de quienes pudieran dejarles con el trasero profesional al aire. Ocurrió ayer, ocurre hoy y ocurrirá mañana. Sucedió allí, sucede aquí y sucederá allá.La razón de Estado es tan omnipotente e omnipresente como lo son los intereses corporativos. Nadie, llamase Aznar o Acebes, prestó la atención necesaria al potente terrorismo internacional.Por lo tanto, no hubo hombres, expertos, medios y recursos, cuando optaban por jugar a las cruzadas interpretando el papel de mucamas de Ricardo Corazón de León contra Saladino.
Pero si estas presiones traspasan una línea roja, como la supuestamente rebasada en el caso Zouhier, debieran encontrar una contundente respuesta por parte del Ministerio del Interior. Caiga quien caiga, afecte a quien afecte. No cabe ningún tipo de dilación ni, por supuesto, de encubrimiento. De igual modo que Bono no se lo ha pensado al destituir a todos los militares implicados en el caso Yak-42, Alonso no debería vacilar en cesar a todos los profesionales policiales implicados en el caso Zouhier si la investigación ordenada por el fiscal Conde-Pumpido concluyese dando la razón al confidente supuestamente amenazado. Más le valdría ponerse una vez colorado, entonces, que ciento morado, después.
Si lo duda, puede pedir consejo a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que padeció en el desaparecido Ministerio de Justicia e Interior lo que él padece en Interior.Si quiere dejar de ser un ministro en apuros, más vale que la escuche.
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Rajoy acusa a Prisiones de «mentir» sobre Zouhier
Solicita que comparezca Alonso para explicar las reuniones con el confidente en la cárcel y la visita de Rubio a Gobelas
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- El secretario general del PP, Mariano Rajoy, tomó ayer por primera vez el testigo de la Comisión de Investigación del 11-M para pasar del silencio a la ofensiva frente al Gobierno y al Partido Socialista. Rajoy arremetió ayer contra Instituciones Penitenciarias por «mentir» respecto de las visitas y las presiones sobre el confidente de la Guardia Civil, Rafá Zouhier, en prisión provisional por su implicación en el 11-M.
Rajoy dio por «demostrado», en una conferencia pronunciada en los cursos de verano de El Escorial, que en «la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se falta a la verdad de una manera patente y sorprendente» por haber desmentido la semana pasada dichas visitas, ahora atestiguadas mediante una carta enviada por el propio preso marroquí a EL MUNDO. Y aún afinó más, a preguntas de los periodistas, cuando aseguró: «Tengo la convicción moral de que alguien está mintiendo en Instituciones Penitenciarias».Se preguntó a continuación «por qué miente» la directora general.
Rajoy, quien hasta ahora había dejado hablar a Acebes y a Zaplana sobre el rumbo de la comisión parlamentaria, abanderó ayer la protesta popular por el «veto» que el Partido Socialista ha impuesto sobre la comparecencia de los confidentes policiales, que ayer volvió a solicitar el Partido Popular. «El PP no ha vetado a nadie», enfatizó.
Además, el líder de la oposición retomó el reto lanzado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes al recordarle que no ha contestado a su propuesta de debatir en pleno las conclusiones de la Comisión del 11-M. Rajoy dijo ayer que, «yo, si fuera él, aceptaría debatirlas conmigo». «Si no lo acepta», aseveró, es «porque tiene algo que ocultar».
Para el líder del PP, «lo más grave» que ha ocurrido en la primera semana de investigación, además de la descubierta llamada del vicepresidente de la Comisión al primer compareciente, el portero de Alcalá, es el conocimiento de la visita del comisario general de Información a la sede socialista de Gobelas, antes de su propia comparecencia.
«¿Qué pinta el jefe de la lucha antiterrorista en la sede de un partido político como el PSOE?», se preguntó públicamente.«Voy a exigirle que venga al PP a contarnos lo que ha contado al PSOE», ironizó antes. Por fin, con la máxima solemnidad, Rajoy declaró que «el ministro del Interior tiene que comparecer para explicar qué hace el comisario general de Información en la sede socialista». Además, envió un dardo envenenado a algunos medios de comunicación cuando consideró «aún más sorprendente que no se dé importancia a esto desde la opinión pública».
El secretario general del PP eludió referirse a estrategias de choque en la Comisión para forzar las comparecencias solicitadas, incluida la de su propia retirada, que no fue descartada por el portavoz del grupo parlamentario, Eduardo Zaplana. De momento, dijo, el PP invitó al PSOE a «la reflexión», no sin añadir que, «pese a quienes creían que la comisión iba a ser un mal trago para el PP, está ocurriendo todo lo contrario».
Síntoma de la confianza con que el secretario general del PP encaró ayer la «tranquilidad» de su grupo ante la Comisión fue el público y renovado apoyo que hizo a Angel Acebes como su próximo secretario general. Rajoy desmintió ayer a quienes han visto debilitada la posición del ex ministro del Interior de cara al Congreso del PP de octubre al confirmar, una vez más, su nombramiento -el único con el que se ha comprometido-, sea cual sea el resultado de la Comisión de Investigación.
«Yo tengo la mejor opinión del señor Acebes», explicó, «y prueba de ello es que le he nombrado secretario general adjunto en cuanto he tenido oportunidad. Es muy querido en el partido, ha trabajado muy bien, se conoce la organización y ha ocupado tres carteras ministeriales con acierto». «Y la Comisión del 11-M» añadió, «servirá para confirmar lo que ya se sabía, que dijo la verdad y que la contó minuto a minuto».
El curso de verano de El Escorial dirigido por el juez Baltasar Garzón bajo el título La lucha contra el terrorismo y sus límites fue el escenario de otras arremetidas del PP. José María Michavila, coordinador de Comunicación del partido, declaró que el Gobierno está «manipulando, manejando y gobernando» la investigación sobre el 11-M.
Michavila denunció las «continuas filtraciones» del sumario a pesar de que está sometido a secreto judicial, y acusó al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido de «tapar las vergüenzas del ministro del Interior» por no haber investigado las diligencias policiales publicadas hace un mes por El País.
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Los guardias civiles quieren que sus mandos declaren
MADRID.- Las asociaciones de guardias civiles AUGC y AIGC consideran que la presencia de mandos de la Benemérita en el Congreso podría servir para despejar las dudas sobre los contactos que agentes del instituto armado mantuvieron con los confidentes del 11-M.
Miembros de ambas asociaciones creen positivo que la Comisión del Congreso vuelva a llamar a los dos mandos citados para el pasado martes, cuya comparecencia no pudo llevarse a cabo al prolongarse las declaraciones de miembros de la Policía Nacional.
Los responsables de la Guardia Civil que no pudieron comparecer son José Manuel García Varela, subdirector general de Operaciones del Instituto Armado y ex jefe de Información y Policía Judicial, y Vicente Faustino Pellicer, subdirector operativo.
Un portavoz de la AUGC dijo a Servimedia que sería bueno que mandos de su institución vayan al Congreso para explicar que en la Benemérita no se tuvo constancia «de que los confidentes tuvieran relaciones con el terrorismo islamista».
Prisiones trató de contestar a las acusaciones lanzadas ayer por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, en las que acusaba de mentir a Instituciones Penitenciarias. El estamento dirigido por Mercedes Gallizo recuerda que el pasado 6 de julio desmintió que cualquier miembro de la Guardia Civil visitara a Zouhier los días 22 y 23 de mayo en el centro penitenciario de Madrid III.
En su comunicación de ayer, Prisiones reitera el desmentido de que estas visitas se produjeran en esas fechas. Pero aclara en un segundo punto lo siguiente: «Revisado el registro de visitas del centro penitenciario Madrid III y de otros centros penitenciarios, los únicos contactos de miembros de la Guardia Civil con Rafá Zouhier se produjeron los días 9 y 14 de abril de 2004. En estas fechas era ministro del Interior en funciones Angel Acebes y el director general de Instituciones Penitenciarias en funciones, Angel Yuste».
La nota del Departamento de Gallizo finaliza asegurando que toda la información relativa a las «visitas y comunicaciones a Rafá Zouhier ha sido puesta en conocimiento de la autoridad judicial competente».
Horas antes de que se difundiera esta nota, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, compareció en rueda de prensa junto a su colega francés, Dominique de Villepin. Cuando fue preguntado sobre la apertura de la investigación judicial, a instancias de la Fiscalía, sobre las visitas de guardias civiles a Zouhier, Alonso fue preciso, muy preciso: «Me remito en sus justos términos a la nota emitida por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias».En dicha nota, se negaba que agentes de la Guardia Civil hubieran visitado a Rafá Zouhier, confidente del Instituto Armado encarcelado en la prisión de Valdemoro por su presunta implicación en los atentados, los días 22 y 23 de mayo. En dicha nota no se hablaba nada de las visitas, ahora sí reconocidas, de los días 9 y 14 de abril.
Ante la mirada un tanto sorprendida de su colega Villepin, Alonso aseguró que desde su Departamento se colaboraría en todo lo que la Justicia requiera, «como no podía ser de otra manera». «Por lo demás, el criterio es muy claro. Lo he repetido muchas veces y lo repito una vez más. La posición del Gobierno, del Estado y del Ministerio del Interior es de plena y absoluta colaboración con los jueces por una parte y con el Parlamento con la otra», añadió el ministro.
«Dimensión institucional»
En este sentido, reiteró su «plena confianza» en el funcionamiento de las Instituciones del Estado de Derecho y deseó que éstas finalicen sus investigaciones, tanto por la vía parlamentaria como por la judicial, «con la mayor prontitud posible». «Nosotros estamos al servicio de los jueces y del Parlamento», indicó el titular de Interior quien añadió que en este asunto de los confidentes presuntamente implicados en el 11-M, su departamento se mueve en el marco de la «dimensión institucional».
Alonso había sido preguntado por la reacción a esta noticia del secretario general del PP, Mariano Rajoy, quien poco antes había asegurado que tenía «la convicción de que alguien está mintiendo en Instituciones Penitenciarias». «Nosotros sí vamos a dejar trabajar a los jueces, y nosotros sí vamos a dejar trabajar al Parlamento», dijo el ministro del Interior.
Por su parte, el secretario de Estado de seguridad, Antonio Camacho, también se refirió a la polémica de los confidentes desde El Escorial (Madrid) donde participó en uno curso de verano. «Creo que hay una investigación policial muy clara que dice que no existen irregularidades». Así de contundente se mostró Camacho al ser preguntado por las denuncias realizadas por el confidente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil de que había sido presionado por agentes de éste cuerpo estando ya encarcelado.
Camacho explicó con tono rotundo que ya existe un comunicado, realizado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.«Yo creo que el tema está bastante claro», aseguró.
El secretario de Estado aclaró, además, sobre los confidentes del 11-M: «Yo no tengo que decidir, es algo es algo que tiene que decidir la Comisión de Investigación parlamentaria. Por lo tanto, no me puedo pronunciar acerca de cuál va a ser la decisión que adopte el Parlamento en relación a este tema».
El Secretario de Estado de Seguridad, número dos de Alonso, realizó estas declaraciones en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial, dónde inauguraba un ciclo sobre Ciencia y Tecnología Policial.
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
EL 'DESMENTIDO' DE PRISIONES
El mismo día que EL MUNDO publicaba la noticia, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias hizo pública una nota, en la que desmentía que en los días 22 y 23 de mayo el confidente Zouhier hubiera recibido la visita de miembros de la Guardia Civil, con un titular ambiguo que generó confusión. Así, en la jornada siguiente, tanto emisoras de radio como algún periódico negaron las presiones, y ayer mismo, como reproduce el titular del teletipo de Efe, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, seguía ofreciendo la versión de que Zouhier no recibió ninguna visita.
11-M LA INVESTIGACION / LAS PRESIONES A UN CONFIDENTE
Zaplana: «Lo sabían y lo intentaron ocultar»
MADRID.- Eduardo Zaplana declaró ayer que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mintió cuando afirmó que el confidente Rafá Zouhier no recibió visitas por parte de agentes de la Guardia Civil y, en este sentido, destacó que el Ejecutivo central ha tenido que «rectificar» y reconocer que, «al menos el 9 y el 14 de abril», se produjeron estos encuentros.
Tras destacar que la fecha en la que se produjeron las visitas «es, sin duda, lo de menos», el portavoz del PP en el Congreso criticó que el día en que el Gobierno informó de que no existía constancia de las visitas «ya sabía de sobra que se habían producido, y lo intentaron ocultar». En la misma línea, señaló que el comunicado emitido ayer por Interior en el que anuncia la existencia de estos encuentros en las fechas señaladas lo podían «haber facilitado anteriormente, y no lo han hecho de forma intencionada, queriendo ocultar la verdad».
«Esto», añadió el portavoz 'popular', «nos lleva a pensar que tal vez algunas noticias que están apareciendo en los medios pueden tener más sentido del que el Gobierno les quiere dar y reconocer».
«Parece evidente que ya no queda ningún argumento para seguir oponiéndose a las comparecencias solicitadas por el PP», concluyó Zaplana.
11-M LA INVESTIGACION
Un ministro en apuros
FERNANDO LOPEZ AGUDIN
Se apellida Alonso, se llama José Antonio, fue temprano compañero de pupitre de Zapatero, es juez y ocupa, inesperadamente, la cartera de Interior cuando todos pensaban que iba hacerse cargo de un Ministerio de Justicia finalmente ocupado por López Aguilar.Desde ayer, desde el mismo instante en que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ordenase la apertura de una investigación sobre las supuestas amenazas de la Guardia Civil sobre el confidente Rafá Zouhier, es un ministro en apuros.
Sucesor de Acebes, el primer cadáver político de los trabajos de la Comisión de Investigación parlamentaria sobre la matanza del 11-M, puede acabar también compartiendo su sepultura política si la indagación ordenada por la Fiscalía General concluye encontrando las huellas que prueben los esfuerzos persuasivos de los agentes de la Benemérita sobre Zouhier. Entonces, sería algo más que un ministro en apuros. Sería un ministro caído en desgracia, apenas rebasados los 100 días de gracia del Gobierno Zapatero, que no habría escapado a la maldición de Interior que padecen todos sus anteriores ministros.
No cabe llamarse a engaño. Cualquier comisión de investigación sobre el trabajo policial de los aparatos de seguridad del Estado suscita no pocas dudas, muchos problemas e innumerables resistencias.Tanto gremiales como corporativas, puesto que, tanto la Guardia Civil como la policía, rechazan abrirse en canal para someterse a la disección de sus tan evidentes como lógicos fallos orgánicos, profesionales y políticos.
Apenas cicatrizadas las heridas de las penúltimas investigaciones, sobre las sucesivas siglas de la guerra sucia, son literalmente empujados a volver a entrar en el quirófano del Congreso de los Diputados donde les espera, una vez más, el implacable bisturí que la clase política se niega a utilizar sobre su mismo cuerpo político.
Si en Defensa niegan la desclasificación de algunos de los informes secretos que Zapatero prometiera desclasificar, no sería extraño que en Interior negaran la declaración de quienes pudieran dejarles con el trasero profesional al aire. Ocurrió ayer, ocurre hoy y ocurrirá mañana. Sucedió allí, sucede aquí y sucederá allá.La razón de Estado es tan omnipotente e omnipresente como lo son los intereses corporativos. Nadie, llamase Aznar o Acebes, prestó la atención necesaria al potente terrorismo internacional.Por lo tanto, no hubo hombres, expertos, medios y recursos, cuando optaban por jugar a las cruzadas interpretando el papel de mucamas de Ricardo Corazón de León contra Saladino.
Pero si estas presiones traspasan una línea roja, como la supuestamente rebasada en el caso Zouhier, debieran encontrar una contundente respuesta por parte del Ministerio del Interior. Caiga quien caiga, afecte a quien afecte. No cabe ningún tipo de dilación ni, por supuesto, de encubrimiento. De igual modo que Bono no se lo ha pensado al destituir a todos los militares implicados en el caso Yak-42, Alonso no debería vacilar en cesar a todos los profesionales policiales implicados en el caso Zouhier si la investigación ordenada por el fiscal Conde-Pumpido concluyese dando la razón al confidente supuestamente amenazado. Más le valdría ponerse una vez colorado, entonces, que ciento morado, después.
Si lo duda, puede pedir consejo a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que padeció en el desaparecido Ministerio de Justicia e Interior lo que él padece en Interior.Si quiere dejar de ser un ministro en apuros, más vale que la escuche.
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Rajoy acusa a Prisiones de «mentir» sobre Zouhier
Solicita que comparezca Alonso para explicar las reuniones con el confidente en la cárcel y la visita de Rubio a Gobelas
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- El secretario general del PP, Mariano Rajoy, tomó ayer por primera vez el testigo de la Comisión de Investigación del 11-M para pasar del silencio a la ofensiva frente al Gobierno y al Partido Socialista. Rajoy arremetió ayer contra Instituciones Penitenciarias por «mentir» respecto de las visitas y las presiones sobre el confidente de la Guardia Civil, Rafá Zouhier, en prisión provisional por su implicación en el 11-M.
Rajoy dio por «demostrado», en una conferencia pronunciada en los cursos de verano de El Escorial, que en «la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se falta a la verdad de una manera patente y sorprendente» por haber desmentido la semana pasada dichas visitas, ahora atestiguadas mediante una carta enviada por el propio preso marroquí a EL MUNDO. Y aún afinó más, a preguntas de los periodistas, cuando aseguró: «Tengo la convicción moral de que alguien está mintiendo en Instituciones Penitenciarias».Se preguntó a continuación «por qué miente» la directora general.
Rajoy, quien hasta ahora había dejado hablar a Acebes y a Zaplana sobre el rumbo de la comisión parlamentaria, abanderó ayer la protesta popular por el «veto» que el Partido Socialista ha impuesto sobre la comparecencia de los confidentes policiales, que ayer volvió a solicitar el Partido Popular. «El PP no ha vetado a nadie», enfatizó.
Además, el líder de la oposición retomó el reto lanzado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes al recordarle que no ha contestado a su propuesta de debatir en pleno las conclusiones de la Comisión del 11-M. Rajoy dijo ayer que, «yo, si fuera él, aceptaría debatirlas conmigo». «Si no lo acepta», aseveró, es «porque tiene algo que ocultar».
Para el líder del PP, «lo más grave» que ha ocurrido en la primera semana de investigación, además de la descubierta llamada del vicepresidente de la Comisión al primer compareciente, el portero de Alcalá, es el conocimiento de la visita del comisario general de Información a la sede socialista de Gobelas, antes de su propia comparecencia.
«¿Qué pinta el jefe de la lucha antiterrorista en la sede de un partido político como el PSOE?», se preguntó públicamente.«Voy a exigirle que venga al PP a contarnos lo que ha contado al PSOE», ironizó antes. Por fin, con la máxima solemnidad, Rajoy declaró que «el ministro del Interior tiene que comparecer para explicar qué hace el comisario general de Información en la sede socialista». Además, envió un dardo envenenado a algunos medios de comunicación cuando consideró «aún más sorprendente que no se dé importancia a esto desde la opinión pública».
El secretario general del PP eludió referirse a estrategias de choque en la Comisión para forzar las comparecencias solicitadas, incluida la de su propia retirada, que no fue descartada por el portavoz del grupo parlamentario, Eduardo Zaplana. De momento, dijo, el PP invitó al PSOE a «la reflexión», no sin añadir que, «pese a quienes creían que la comisión iba a ser un mal trago para el PP, está ocurriendo todo lo contrario».
Síntoma de la confianza con que el secretario general del PP encaró ayer la «tranquilidad» de su grupo ante la Comisión fue el público y renovado apoyo que hizo a Angel Acebes como su próximo secretario general. Rajoy desmintió ayer a quienes han visto debilitada la posición del ex ministro del Interior de cara al Congreso del PP de octubre al confirmar, una vez más, su nombramiento -el único con el que se ha comprometido-, sea cual sea el resultado de la Comisión de Investigación.
«Yo tengo la mejor opinión del señor Acebes», explicó, «y prueba de ello es que le he nombrado secretario general adjunto en cuanto he tenido oportunidad. Es muy querido en el partido, ha trabajado muy bien, se conoce la organización y ha ocupado tres carteras ministeriales con acierto». «Y la Comisión del 11-M» añadió, «servirá para confirmar lo que ya se sabía, que dijo la verdad y que la contó minuto a minuto».
El curso de verano de El Escorial dirigido por el juez Baltasar Garzón bajo el título La lucha contra el terrorismo y sus límites fue el escenario de otras arremetidas del PP. José María Michavila, coordinador de Comunicación del partido, declaró que el Gobierno está «manipulando, manejando y gobernando» la investigación sobre el 11-M.
Michavila denunció las «continuas filtraciones» del sumario a pesar de que está sometido a secreto judicial, y acusó al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido de «tapar las vergüenzas del ministro del Interior» por no haber investigado las diligencias policiales publicadas hace un mes por El País.
11-M LA INVESTIGACION / EL ENFRENTAMIENTO POLITICO
Los guardias civiles quieren que sus mandos declaren
MADRID.- Las asociaciones de guardias civiles AUGC y AIGC consideran que la presencia de mandos de la Benemérita en el Congreso podría servir para despejar las dudas sobre los contactos que agentes del instituto armado mantuvieron con los confidentes del 11-M.
Miembros de ambas asociaciones creen positivo que la Comisión del Congreso vuelva a llamar a los dos mandos citados para el pasado martes, cuya comparecencia no pudo llevarse a cabo al prolongarse las declaraciones de miembros de la Policía Nacional.
Los responsables de la Guardia Civil que no pudieron comparecer son José Manuel García Varela, subdirector general de Operaciones del Instituto Armado y ex jefe de Información y Policía Judicial, y Vicente Faustino Pellicer, subdirector operativo.
Un portavoz de la AUGC dijo a Servimedia que sería bueno que mandos de su institución vayan al Congreso para explicar que en la Benemérita no se tuvo constancia «de que los confidentes tuvieran relaciones con el terrorismo islamista».