18.6.04
Una suma inverosímil
18-06-04
11-M LA INVESTIGACION
Una suma inverosímil
VICTORIA PREGO
Todo esto es asombroso. Vamos de sorpresa en sorpresa y de duda en duda. Es increíble, o directamente inverosímil, que una sujeta dedicada al trapicheo tenga en su poder un teléfono con un nombre que coincide precisamente con el del jefe de los Tedax. Es inverosímil que un subordinado policial le copie el nombre a uno de sus mandos para hacerse un alias. Mucho más inverosímil es que el propio mando le haya proporcionado a la sujeta su auténtica identidad y un teléfono con la dirección de la sede policial en Madrid.Pero también es inverosímil que, habiendo sido éste un registro llevado a cabo por miembros de la Guardia Civil, éstos envíen al juez el documento sin haber hecho comprobación alguna de lo que tenían delante. El caso es que ya no sabemos si la Guardia Civil y la Policía están dedicadas a investigar quién estuvo realmente detrás de la matanza el 11-M, o a lo que están dedicadas es a intentar adjudicarse recíprocamente la responsabilidad de no haber evitado lo que ocurrió.
Muchos de los implicados directos en el atentado constituían una inaudita legión de confidentes; unos, chivatos de la Policía; otros de la Guardia Civil. Y, a pesar de eso, no sólo el destino de los explosivos sino el mero robo de cientos de kilos de dinamita no fue detectado por nadie en los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Y eso hay que aclararlo. Pero, mientras sigue sin respuesta la gran pregunta, se diría que lo que estamos presenciando es un extraño juego de ping-pong. Un juego peligroso
Muchos de los implicados directos en el atentado constituían una inaudita legión de confidentes; unos, chivatos de la Policía; otros de la Guardia Civil. Y, a pesar de eso, no sólo el destino de los explosivos sino el mero robo de cientos de kilos de dinamita no fue detectado por nadie en los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Y eso hay que aclararlo. Pero, mientras sigue sin respuesta la gran pregunta, se diría que lo que estamos presenciando es un extraño juego de ping-pong. Un juego peligroso