26.5.06

 

Glaucoma

 

26-05-06



ZOOM

Glaucoma

ARCADI ESPADA

El glaucoma es una grave y silenciosa enfermedad ocular. Empieza apoderándose de las células periféricas y paulatinamente va reduciendo el campo de visión del afectado. El centro permanece intacto, pero el enfermo acaba confundiendo el mundo con una cabeza de alfiler. El juez Del Olmo padece glaucoma en los dos ojos, y ha sido operado. Glaucoma hay de varios tipos y desconozco hasta qué punto los ojos del juez podrán recuperarse. La enfermedad y sus características surtirán de un arsenal metafórico a los críticos del juez, partidarios de la teoría de la conspiración en torno al atentado del 11 de marzo. ¿Qué garantías de acierto puede dar un hombre que ha visto gravemente comprometida la visión periférica y cuya inteligencia (al fin y al cabo mero resultado de procesos físicos) sólo atiende a un centro obsesivo, dominante? Eso dirán. Mi absoluta renuencia a las tesis conspirativas y mi convencimiento de que lo peor del atentado del 11 de marzo es que todo lo fundamental se sabe (ninguna conspiración nos redimirá de su burdo carácter, de su estremecedora facilidad logística, de la vulgaridad -se me permita-con que pueden liquidarse de un golpe a 191 seres humanos) me impide abandonarme a estas metáforas de ángulo cerrado. Pero no, no quiero, a las metáforas que se derivan del relato que Manuel Marraco ponía ayer en boca del secretario del juez: «Físicamente agotado, haciendo uso continuo del colirio y pegado a una pantalla de ordenador de enormes dimensiones porque su visión le impedía ya trabajar en una normal, fue completando las 1.460 páginas del auto de procesamiento». Una mosca (sus ojos) obsesivamente pegada a una ventana, que busca en el cristal su luz y su alimento. Es probable que el juez Del Olmo haya cometido errores en su instrucción. Creo, incluso, que alguno de ellos ha facilitado la emergencia de las teorías más imaginativas.Pero su actitud es un símbolo profundo y emocionante. Afecta a la raíz íntima de la democracia, del sistema de convivencia y a la imprescindible búsqueda de la verdad a la que está obligado un servidor del Estado. Los ojos del juez van arriba y abajo de la descomunal pantalla, comprobando nombres, descartando hipótesis, atando cabos, trazando algunas pocas líneas rectas y orgullosas, tan difíciles en una naturaleza que se deleita y muere por la curva. Días y noches. En medio además, los problemas personales, los afectos desmoronados, la presión de los periódicos, el juego glorioso e infame de la vida. Y el glaucoma cerrando el ángulo.De acuerdo, con errores. Incluso con graves errores. ¿Pero qué hay al otro lado, enfrente de los ojos difíciles del Estado? Enfrente está la bomba: fácil, amoral y sin formato, como la mierda.

(Coda: «El portón está atrancado, y tras él, el último héroe vela sus armas, solo, como si fuera el principio, empantanado de sueño, sin escudero ni fe. Viejo hasta la humedad, con su espada como lastre, artrítico, terco, solemne, mira tras su glaucoma los fantasmas que navegan a través de la noche» [Héctor Alarcón]).

Comentarios:

Publicar un comentario



<<A página principal

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Estadisticas y contadores web gratis
Oposiciones Masters

         Image hosting by Photobucket

    Escribeme

   
 

Mi Bitácora

  La Bitácora de Luis del Pino
 Fondo documental sobre el 11-M y su foro
Mensajes anteriores
Prensa Digital

 

Links solidarios