23.5.06
Ignominioso
23-05-06
COMENTARIOS LIBERALES
Ignominioso
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Los únicos argumentos que me parecen imbatibles a favor del consenso dentro de un régimen constitucional son dos: el primero, que el régimen esté aún muy tierno y que se imponga la lealtad al sistema naciente por encima de la legítima disputa del poder por los partidos políticos; el segundo, que no se debe imponer a una parte importante de la ciudadanía actos de Gobierno que éste, por razones de orden moral, ni debe ni puede imponer. Ya sé que hablar de razones morales a propósito del Gobierno de Zapatero y Rubalcaba es tanto como perorar de castidad en casa de la madre Celestina: una forma de perder el tiempo. Sin embargo, mientras estos señores ocupen el Gobierno de España, hay que exigirles que se comporten como tal, y no como una banda que se ha hecho con el poder y está dispuesta a cualquier cosa por conservarlo. Ellos pueden haber renunciado a ejercer su cargo con dignidad. Nosotros no podemos dimitir de la obligación de exigírselo. Lo contrario equivaldría a instalarse en la ignominia y eso es algo tan grave que, de llevarse a cabo, ningún gobierno debería hacer por nosotros.
Tanto la forma como el fondo del anuncio de rendición del Gobierno Zapatero ante la ETA son absolutamente bochornosos. No cometeré la injusticia de achacarle a ZP esa «fatal arrogancia» que según Hayek padecen los socialistas, porque creo que Zapatero no opera en virtud de un error conceptual típicamente izquierdoso que le haría suponer que sabe sobre la realidad más que todos nosotros y está dispuesto a aprovechar su sabiduría para hacernos felices, queramos o no.
Creo que ZP se ha tirado a una piscina sin agua porque en ninguna charca terrorista se puede nadar, y aunque todo estuviera más pactado por socialistas y etarras de lo que parece, la naturaleza íntima del terrorismo debería hacer más prudente a éste y cualquier otro Gobierno al fiarse de ETA como interlocutor. No lo parece.Pero es que, en cualquier caso, no se puede imponer a la ciudadanía la equiparación de un Gobierno que, lo quiera o no, la representa en su totalidad, con una banda criminal que tiene en su haber un millar de cadáveres, decenas de miles de heridos y cientos de miles de exiliados. Ni Zapatero ni nadie tiene derecho a imponer a las víctimas del terror un final dialogado del terrorismo que ni puede ser dialogado ni tampoco es final. Sólo un consenso político abrumador podría hacerlo más o menos aceptable para la ciudadanía en general, y aún así resulta discutible que el Parlamento pueda arrogarse una generosidad que sólo deberían permitirse las víctimas.
Pero es que Zapatero se ha sentado ostentosamente a decidir nada menos que el futuro de España con la ETA sin el respaldo del PP, es decir, de media España. Eso, además de ignominioso, es un Golpe de Estado moral. Y, como tal, absolutamente ilegítimo.
Tanto la forma como el fondo del anuncio de rendición del Gobierno Zapatero ante la ETA son absolutamente bochornosos. No cometeré la injusticia de achacarle a ZP esa «fatal arrogancia» que según Hayek padecen los socialistas, porque creo que Zapatero no opera en virtud de un error conceptual típicamente izquierdoso que le haría suponer que sabe sobre la realidad más que todos nosotros y está dispuesto a aprovechar su sabiduría para hacernos felices, queramos o no.
Creo que ZP se ha tirado a una piscina sin agua porque en ninguna charca terrorista se puede nadar, y aunque todo estuviera más pactado por socialistas y etarras de lo que parece, la naturaleza íntima del terrorismo debería hacer más prudente a éste y cualquier otro Gobierno al fiarse de ETA como interlocutor. No lo parece.Pero es que, en cualquier caso, no se puede imponer a la ciudadanía la equiparación de un Gobierno que, lo quiera o no, la representa en su totalidad, con una banda criminal que tiene en su haber un millar de cadáveres, decenas de miles de heridos y cientos de miles de exiliados. Ni Zapatero ni nadie tiene derecho a imponer a las víctimas del terror un final dialogado del terrorismo que ni puede ser dialogado ni tampoco es final. Sólo un consenso político abrumador podría hacerlo más o menos aceptable para la ciudadanía en general, y aún así resulta discutible que el Parlamento pueda arrogarse una generosidad que sólo deberían permitirse las víctimas.
Pero es que Zapatero se ha sentado ostentosamente a decidir nada menos que el futuro de España con la ETA sin el respaldo del PP, es decir, de media España. Eso, además de ignominioso, es un Golpe de Estado moral. Y, como tal, absolutamente ilegítimo.