16.5.06
Corto el fuego
16-05-06
COMENTARIOS LIBERALES
Corto el fuego
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
El famoso alto el fuego etarra está resultando de muy corto recorrido.Casi tan corto como el de la famosa tregua trampa del 98, en la que, a pesar de las ganas locas de rendirse ante el terror que exhibe esta sociedad aborregada y la clase política que la pastorea, el Gobierno Aznar resistió a la tentación con bastante decoro. Claro que la diferencia entre los ministros del Interior de entonces y ahora, Mayor y Rubalcaba, ahorra cualquier comentario sobre los límites morales de cualquier relación política con el terrorismo separatista. Mayor, como todo el PP de los años de Aznar, tenía claro que la ética debe dirigir la política si quiere coincidir con la estética, es decir, que el parecer no debe apartarse tanto del ser que no haya quien pueda reconocerlo.Rubalcaba elevó el parecer a la categoría de Ser Supremo y a él lo sacrifica todo. Por un eslogan, por una frase arrojadiza, por una apertura de telediario daría cualquier cosa. Él y su jefe político Zapatero (¿o es al revés?) deberían escuchar aquella canción de Brassens con héroe vagamente vascongado: «Gastibeltza.Connaissez pas?». Labordeta os la prestará.
Gastibeltza, definido por Brassens como «l homme à la carabine», es decir, el hombre de la escopeta, describe así el enloquecimiento del rey de España por Doña Sabina: «pour un baiser, pour un sourire d elle, pour un cheveu, / Infant Don Ruy, je donnerarai l Espagne et le Perou. / Le vent qui vient á travers les montagnes me rendra fou!». Que podríamos traducir así: «por un beso, por una sonrisa suya, por un cabello, / Infante Don Ruy, yo entregaría la España y el Perú. / ¡Este viento que viene a través de las montañas acabará volviéndome loco!».
El rey, no sé, pero el Gobierno, que desde 1812 ejerce las funciones ejecutivas que antaño correspondían al rey, parece haber perdido la cabeza por una sonrisa, un cabello, una palabra, un guiño, un algo, cualquier cosa que demuestre una ligera predisposición de la ETA a hacer o a fingir la paz. El problema es que ni Doña Sabina le hizo caso al rey de España, ni Gastibeltza colgó la escopeta en las estrofas de Brassens, ni la ETA piensa dejar el crimen, el terrorismo callejero, el chantaje empresarial, Navarra a su albedrío ni el País Vasco en libertad. Por si había dudas dentro de la banda de que la dirección seguirá ateniéndose al guión de siempre, los tíos de la escopeta y de la boina lo han aclarado en Gara: ni el alto el fuego es permanente, ni lo será mientras no se obedezcan sus condiciones. ¿Cuáles? Las de siempre: anexión de Navarra, independencia y obediencia. Y mucho ojito con dilatar el proceso, porque aquí no ha cambiado nada salvo que Otegi tiene como abogado particular al Fiscal General.Pero obras son amores y no buenas razones. Con razón quería Rubalcaba echar a Alcaraz de la AVT. En cualquier crimen, los testigos estorban.
Gastibeltza, definido por Brassens como «l homme à la carabine», es decir, el hombre de la escopeta, describe así el enloquecimiento del rey de España por Doña Sabina: «pour un baiser, pour un sourire d elle, pour un cheveu, / Infant Don Ruy, je donnerarai l Espagne et le Perou. / Le vent qui vient á travers les montagnes me rendra fou!». Que podríamos traducir así: «por un beso, por una sonrisa suya, por un cabello, / Infante Don Ruy, yo entregaría la España y el Perú. / ¡Este viento que viene a través de las montañas acabará volviéndome loco!».
El rey, no sé, pero el Gobierno, que desde 1812 ejerce las funciones ejecutivas que antaño correspondían al rey, parece haber perdido la cabeza por una sonrisa, un cabello, una palabra, un guiño, un algo, cualquier cosa que demuestre una ligera predisposición de la ETA a hacer o a fingir la paz. El problema es que ni Doña Sabina le hizo caso al rey de España, ni Gastibeltza colgó la escopeta en las estrofas de Brassens, ni la ETA piensa dejar el crimen, el terrorismo callejero, el chantaje empresarial, Navarra a su albedrío ni el País Vasco en libertad. Por si había dudas dentro de la banda de que la dirección seguirá ateniéndose al guión de siempre, los tíos de la escopeta y de la boina lo han aclarado en Gara: ni el alto el fuego es permanente, ni lo será mientras no se obedezcan sus condiciones. ¿Cuáles? Las de siempre: anexión de Navarra, independencia y obediencia. Y mucho ojito con dilatar el proceso, porque aquí no ha cambiado nada salvo que Otegi tiene como abogado particular al Fiscal General.Pero obras son amores y no buenas razones. Con razón quería Rubalcaba echar a Alcaraz de la AVT. En cualquier crimen, los testigos estorban.