12.5.06
Caso Bonoseta
12-05-06
COMENTARIOS LIBERALES
Caso Bonoseta
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
Mañana va a intentar por enésima vez el régimen zapaterino cargarse la AVT mediante la colocación de un lidercito inane, suavecito, incoloro, inodoro e insípido que se pondrá a las órdenes de Zapatero y Rubalcaba, Peces y Cándido, todos mirando de reojo a Otegi, para legitimar la estrategia de rendición ante la ETA.
Esperemos que no lo consigan y que Alcaraz y la buena gente de su equipo se den cuenta de que no se puede ir de buenos por la vida teniendo enfrente a Rubalcaba. Vamos, que si se supera la crisis montada aviesamente por el Gobierno del 14-M, hay que ordenar en serio la AVT, que es una pieza esencial en la resistencia de la España que cree en España, que se mantiene firme en la defensa de la libertad, la dignidad y la justicia. La que ha sido capaz de sacar millón y medio de personas a la calle para protestar contra la miserable política del Gobierno de rendirse ante ETA para narcotizar electoralmente a la media España lanar con el opio de la paz. Hasta después de las elecciones, claro.Y en ese apaño siniestro sobran las víctimas. Hay que volver al guión emotivo pero amortizable de Manjón y romper la movilización continua de Alcaraz y la AVT, que ya anuncian una nueva manifestación para el mes de junio. Hay que impedir que Alcaraz siga. Como sea.
Ahora que el caso Bono alcanza su verdadera dimensión, es decir, ahora que el PP ha empezado a tomarse en serio a sí mismo y a pasarle la factura de la Checa al PSOE, conviene recordar que aquello se convirtió de inmediato en una campaña feroz contra la AVT, el PP y la derecha en general.
Hay que releer las cosas que, con la excusa de la falsa agresión, publicó Belloch contra las víctimas, la Cope, el PP y la derecha en general, con un recuerdo injurioso para los que lo increparon en algún entierro de una de las víctimas de ETA. Claro, a él le gustaba más tratar con Pérez Esquivel o con Paesa, según los días. Y, como Bono, quería que las víctimas del terrorismo le aplaudieran.
Pero el que destacó en esos días de infamia chequista a cuenta de la falsa agresión a Bono fue Peces, que tras no ir a la manifestación de la AVT llamó a Alcaraz para decirle que debía atajar «la conducta intolerante, el extremismo o la manipulación política» en la AVT. Es decir, todo lo que según la sentencia del caso Bono caracterizó la actuación del Gobierno de ZP, su partido y su partida, con el sinuoso Peces haciendo el trabajo sucio. Ahora el Gobierno ha fletado a Pablo Broseta para ese trabajo sucio de cargarse la AVT que no consiguió con el caso Bono.
Esperemos que el Caso Bonoseta acabe igual. Pero, por si los rubalcabas, habrá que acudir mañana a la asamblea de la AVT, no sea que los héroes del 13-M y los deudos de Perpiñán nos la roben también.
Esperemos que no lo consigan y que Alcaraz y la buena gente de su equipo se den cuenta de que no se puede ir de buenos por la vida teniendo enfrente a Rubalcaba. Vamos, que si se supera la crisis montada aviesamente por el Gobierno del 14-M, hay que ordenar en serio la AVT, que es una pieza esencial en la resistencia de la España que cree en España, que se mantiene firme en la defensa de la libertad, la dignidad y la justicia. La que ha sido capaz de sacar millón y medio de personas a la calle para protestar contra la miserable política del Gobierno de rendirse ante ETA para narcotizar electoralmente a la media España lanar con el opio de la paz. Hasta después de las elecciones, claro.Y en ese apaño siniestro sobran las víctimas. Hay que volver al guión emotivo pero amortizable de Manjón y romper la movilización continua de Alcaraz y la AVT, que ya anuncian una nueva manifestación para el mes de junio. Hay que impedir que Alcaraz siga. Como sea.
Ahora que el caso Bono alcanza su verdadera dimensión, es decir, ahora que el PP ha empezado a tomarse en serio a sí mismo y a pasarle la factura de la Checa al PSOE, conviene recordar que aquello se convirtió de inmediato en una campaña feroz contra la AVT, el PP y la derecha en general.
Hay que releer las cosas que, con la excusa de la falsa agresión, publicó Belloch contra las víctimas, la Cope, el PP y la derecha en general, con un recuerdo injurioso para los que lo increparon en algún entierro de una de las víctimas de ETA. Claro, a él le gustaba más tratar con Pérez Esquivel o con Paesa, según los días. Y, como Bono, quería que las víctimas del terrorismo le aplaudieran.
Pero el que destacó en esos días de infamia chequista a cuenta de la falsa agresión a Bono fue Peces, que tras no ir a la manifestación de la AVT llamó a Alcaraz para decirle que debía atajar «la conducta intolerante, el extremismo o la manipulación política» en la AVT. Es decir, todo lo que según la sentencia del caso Bono caracterizó la actuación del Gobierno de ZP, su partido y su partida, con el sinuoso Peces haciendo el trabajo sucio. Ahora el Gobierno ha fletado a Pablo Broseta para ese trabajo sucio de cargarse la AVT que no consiguió con el caso Bono.
Esperemos que el Caso Bonoseta acabe igual. Pero, por si los rubalcabas, habrá que acudir mañana a la asamblea de la AVT, no sea que los héroes del 13-M y los deudos de Perpiñán nos la roben también.