24.5.06
PPanic Room
24-05-06
COMENTARIOS LIBERALES
PPanic Room
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Que lo que sucede en Norteamérica, bueno, malo o regular, acaba sucediendo en España y en toda la Unión Europea pocos años después, es una ley sociológica convertida casi en lugar común. Casi.Por ejemplo, la independencia de los jueces y el respeto por parte del Ejecutivo y el Legislativo a la autonomía del Poder Judicial nunca se han dado del todo en España. Lástima. Pero las costumbres más tontas de la vida cotidiana, por ejemplo esa horrenda de llevar los pantalones tan bajos que arrastren por el suelo y muestren algo de lencería por arriba -al menos lo segundo-, las ha adoptado con fruición en la UE esa misma juventud adocenada tan convencionalmente antiamericana como perrunamente imitadora de todo lo norteamericano. Más grotesco aún es el caso de los titiriteros españoles, o franceses, que se proclaman enemigos mortales de los USA y de la máquina de sueños de Hollywood, pero que serían capaces de matar por un Oscar.
Sin embargo, esos achaques típicos de bellezas descerebradas y de la dictadura de lo políticamente correcto en el mundo del cine no son originales de Europa. Basta ver a las estrellas hollywoodienses de gira por la UE y sus declaraciones contra Bush para constatar que también el antiamericanismo es de lo más americano. Recuérdese a Jane Fonda pidiendo desde Vietnam del Norte a sus compatriotas que desertaran de lucha tan atroz. No para ella, claro. Atroz para el Vietnam del Sur cuando, sin perder una batalla, se fueron los americanos. Pero Jane ya no estaba allí para ayudar a los boat people. El titiritero progre se hace la foto, sale en la tele, finge peligro, coge el dinero y hasta otra.
La moda americana que más se imita hoy en España es de otro género aunque la conocemos también por Hollywood: La habitación del pánico (Panic Room), de Jodie Foster. Resulta tan terrible el aumento de los ataques violentísimos a los chalés de las urbanizaciones grandes o pequeñas que ya hay miles de conciudadanos en lista de espera para que les instalen esa habitación que puede convertirse en caja fuerte mientras llega la policía. Otra cosa es que se sepa o se pueda usar, pero como, de todas formas, los nuevos delincuentes propinan unas palizas tremendas cuanto innecesarias, la panic room cumple la misma función tranquilizadora de la pistola o la escopeta de caza. Lo que no sé es si, acostumbrados al asalto tele y radiodirigido de sus sedes, los del PP van a instalar en Génova 13 su habitación del pánico. Con el sucio apaño de ZP y ETA, tienen tal ataque de pavor demoscópico-electoral que Rajoy suele enviar a Acebes a combatir a los malos mientras él se queda puliendo sus discursos. ¿Dónde? Supongo que en la panic room del PP. Que, por supuesto, habrá instalado (y cobrado) Arriola.
Sin embargo, esos achaques típicos de bellezas descerebradas y de la dictadura de lo políticamente correcto en el mundo del cine no son originales de Europa. Basta ver a las estrellas hollywoodienses de gira por la UE y sus declaraciones contra Bush para constatar que también el antiamericanismo es de lo más americano. Recuérdese a Jane Fonda pidiendo desde Vietnam del Norte a sus compatriotas que desertaran de lucha tan atroz. No para ella, claro. Atroz para el Vietnam del Sur cuando, sin perder una batalla, se fueron los americanos. Pero Jane ya no estaba allí para ayudar a los boat people. El titiritero progre se hace la foto, sale en la tele, finge peligro, coge el dinero y hasta otra.
La moda americana que más se imita hoy en España es de otro género aunque la conocemos también por Hollywood: La habitación del pánico (Panic Room), de Jodie Foster. Resulta tan terrible el aumento de los ataques violentísimos a los chalés de las urbanizaciones grandes o pequeñas que ya hay miles de conciudadanos en lista de espera para que les instalen esa habitación que puede convertirse en caja fuerte mientras llega la policía. Otra cosa es que se sepa o se pueda usar, pero como, de todas formas, los nuevos delincuentes propinan unas palizas tremendas cuanto innecesarias, la panic room cumple la misma función tranquilizadora de la pistola o la escopeta de caza. Lo que no sé es si, acostumbrados al asalto tele y radiodirigido de sus sedes, los del PP van a instalar en Génova 13 su habitación del pánico. Con el sucio apaño de ZP y ETA, tienen tal ataque de pavor demoscópico-electoral que Rajoy suele enviar a Acebes a combatir a los malos mientras él se queda puliendo sus discursos. ¿Dónde? Supongo que en la panic room del PP. Que, por supuesto, habrá instalado (y cobrado) Arriola.