20.6.06
Fracasos catalanes
20-06-06
COMENTARIOS LIBERALES
Fracasos catalanes
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
No hay duda de que el primer fracasado en el referéndum sobre el nuevo Estatuto de Autonomía catalán y la enmienda radical a la Constitución que representa es Zapatero, porque sin él no habría habido ni Estatuto ni referéndum, y nos habríamos ahorrado el espectáculo de una mayoría absoluta de los votantes quedándose en su casa, con el resultado de que sólo el 35'7% del censo lo ha votado afirmativamente. A eso lo ha llamado la Pravda de Polanco el «sí masivo» de los catalanes al engendro, lo cual muestra la extravagante idea de las masas que tiene el Imperio del Mal. ¿Cabe un «sí masivo» con «baja participación»? ¿Caben las masas sin masas? ¿Cabe atribuir a los catalanes lo que los catalanes no votan? Pues naturalmente que sí. En el reino de la trola, la simulación y el trampantojo lo único que no cabe es el respeto a lo cierto y real. El régimen zapolanquista es capaz de afirmar que el todo y la nada son idénticos, pero que lo idéntico es plural, o singular, o lo que sea. ¿Que la realidad es un obstáculo? Se prescinde de ella, y a otra cosa, mariposa. Zapatero ha perdido, sí, pero la suya es una derrota de orden moral, ¿y qué le importan las derrotas morales a un tío tan inmoral que pacta con la ETA engañando a la oposición y a la ciudadanía? Absolutamente nada. Todo lo que no suponga el descarrilamiento real, no moral, del cambio de régimen le da lo mismo. Ese régimen no es democrático ni nacional, ¿qué le importa que la nación lo vote? Por supuesto, mejor que lo vote, pero si no, y mientras siga adelante, le da igual.
Por supuesto, también ha fracasado la clase política catalana, nacionalista en un 90% y liberticida en la misma proporción, que se ha inventado un Estatuto que no importaba a nadie más que a la casta político-mediática que lo inventó y que la gente no ha respaldado antes, durante ni después de votarlo. ¿Pero desde cuándo a esta casta de déspotas corrompidos le importa lo que piensa la Cataluña real y plural? ¡Si el suyo es un proyecto contra la realidad y contra la pluralidad! ¿Que la masa aplaude? Muy bien. ¿Que no aplaude? Peor para ella. El único punto de su programa político es la persecución de los no nacionalistas con total desprecio a la legalidad española y ese punto lo cumplen a rajatabla. La conclusión de Blanco es, como toda esta campaña de agresiones y trampas propia del gorilismo iberoamericano, de un sectarismo fascista que tira de espaldas: «El perdedor del referéndum es el PP y su estrategia de confrontación», ha dicho el jurista. ¡Y les han abierto a palos la cabeza a los líderes del PP los sicarios de la izquierda separatista y montillesca!
Ahora bien, que toda esa infamia sea cierta, ¿supone que el vencedor es el PP? A mi juicio, tampoco. ¿Y la democracia? ¿Cómo va a ganar la democracia si la mayoría no ha votado contra ese fétido proyecto de dictadura?
Por supuesto, también ha fracasado la clase política catalana, nacionalista en un 90% y liberticida en la misma proporción, que se ha inventado un Estatuto que no importaba a nadie más que a la casta político-mediática que lo inventó y que la gente no ha respaldado antes, durante ni después de votarlo. ¿Pero desde cuándo a esta casta de déspotas corrompidos le importa lo que piensa la Cataluña real y plural? ¡Si el suyo es un proyecto contra la realidad y contra la pluralidad! ¿Que la masa aplaude? Muy bien. ¿Que no aplaude? Peor para ella. El único punto de su programa político es la persecución de los no nacionalistas con total desprecio a la legalidad española y ese punto lo cumplen a rajatabla. La conclusión de Blanco es, como toda esta campaña de agresiones y trampas propia del gorilismo iberoamericano, de un sectarismo fascista que tira de espaldas: «El perdedor del referéndum es el PP y su estrategia de confrontación», ha dicho el jurista. ¡Y les han abierto a palos la cabeza a los líderes del PP los sicarios de la izquierda separatista y montillesca!
Ahora bien, que toda esa infamia sea cierta, ¿supone que el vencedor es el PP? A mi juicio, tampoco. ¿Y la democracia? ¿Cómo va a ganar la democracia si la mayoría no ha votado contra ese fétido proyecto de dictadura?