23.1.07
COMENTARIOS LIBERALES 'Caenas pijiprogres' FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
23-01-07
COMENTARIOS LIBERALES
'Caenas pijiprogres'
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
El PP ha denunciado que el nuevo plan educativo -debe de ser el quincuagésimo nono- pactado por la ministra Cabrera y los aliados nacionalistas del PSOE permitirá que estos franquitos puedan redactar su parte triunfal: conseguidos los últimos objetivos escolares, la Historia de España ha terminado.
Enhorabuena a los pijiprogres que nos desgobiernan: un niño español podrá llegar al acné y aprobar la selectividad y sacarse un título y hacer el doctorado en Ciencias de la manipulación y proceder a la eutanasia activa o pasiva sin haber estudiado forzosamente los Reyes Católicos. ¡Al fin! Tanto institucionismo, tanta progresía, tanto presumir de que la cultura son ellos, de que la Educación son ellos, de que la Ilustración son ellos, y de que la modernidad son ellos, los pijiprogres, para que después de tantísimo progresar hayamos alcanzado las más altas cotas de atraso de nuestra Historia. ¡Pero qué digo Historia! ¡Si ya no hay Historia! Ahora la van a llamar Cambios en el tiempo. Sí, como una rama de la Meteorología.
Dirá el lector panglossiano que así los separatistas no podrán quejarse más de España. ¿Qué no? A España, como siempre desde el infausto Giner, le achacarán todos los males del pasado y del presente, faltaría más. Pero como eso no es fácil en uno de los países más importantes de la Historia de la Humanidad, hay que hacer una caricatura de España, una inmensa falsificación, un memorial de agravios falseados donde quede proscrita la grandeza de nuestra nación. Se podrá no estudiar la Reconquista, se podrá desconocer que los Reyes Católicos, al terminarla y, pocos meses después, al descubrir América, crearon el mundo, tal como lo conocemos hoy y desde entonces.
No sabrán tampoco estos hijos intelectuales, o sea, bobos, del Solemnísimo Zapatero lo que no quieran contarles sus profesores sobre la conquista, colonización y evangelización de América, la suma de todo un continente a la cultura occidental, la más propicia de todas a la libertad. Nada sabrán de lo que a España se debe y así no podrán rendirle tributo de admiración. Ojos que no leen, corazón que ni siente ni padece. ¡Pero, ah, con el terruño tribal, qué efusión, qué minuciosidad rinconera, qué delicada orfebrería educativa!
Por cierto, no crean que sólo liquidan la Historia. Tampoco son ya obligatorios el Poema del Cid, Garcilaso, El Lazarillo, El Quijote, Góngora, Quevedo, Lope, Calderón, Bécquer, Galdós y cuantos escritores del 98, del 14 o del 27 molesten al pijiprogre. ¿Que es un docente decente? Pues pasará a la clandestinidad y susurrará a los alumnos quién fue el Manco de Lepanto. Pero si quiere ascender, ya sabe: mucho poeta local, mucho idioma regional, mucho Suso de Toro y mucho Cebrián. Eso: ¡Abajo Cervantes y viva Cebrián! ¡Viva Sabino Arana, viva Companys y abajo los Reyes Católicos! ¡Vivan las caenas!
Enhorabuena a los pijiprogres que nos desgobiernan: un niño español podrá llegar al acné y aprobar la selectividad y sacarse un título y hacer el doctorado en Ciencias de la manipulación y proceder a la eutanasia activa o pasiva sin haber estudiado forzosamente los Reyes Católicos. ¡Al fin! Tanto institucionismo, tanta progresía, tanto presumir de que la cultura son ellos, de que la Educación son ellos, de que la Ilustración son ellos, y de que la modernidad son ellos, los pijiprogres, para que después de tantísimo progresar hayamos alcanzado las más altas cotas de atraso de nuestra Historia. ¡Pero qué digo Historia! ¡Si ya no hay Historia! Ahora la van a llamar Cambios en el tiempo. Sí, como una rama de la Meteorología.
Dirá el lector panglossiano que así los separatistas no podrán quejarse más de España. ¿Qué no? A España, como siempre desde el infausto Giner, le achacarán todos los males del pasado y del presente, faltaría más. Pero como eso no es fácil en uno de los países más importantes de la Historia de la Humanidad, hay que hacer una caricatura de España, una inmensa falsificación, un memorial de agravios falseados donde quede proscrita la grandeza de nuestra nación. Se podrá no estudiar la Reconquista, se podrá desconocer que los Reyes Católicos, al terminarla y, pocos meses después, al descubrir América, crearon el mundo, tal como lo conocemos hoy y desde entonces.
No sabrán tampoco estos hijos intelectuales, o sea, bobos, del Solemnísimo Zapatero lo que no quieran contarles sus profesores sobre la conquista, colonización y evangelización de América, la suma de todo un continente a la cultura occidental, la más propicia de todas a la libertad. Nada sabrán de lo que a España se debe y así no podrán rendirle tributo de admiración. Ojos que no leen, corazón que ni siente ni padece. ¡Pero, ah, con el terruño tribal, qué efusión, qué minuciosidad rinconera, qué delicada orfebrería educativa!
Por cierto, no crean que sólo liquidan la Historia. Tampoco son ya obligatorios el Poema del Cid, Garcilaso, El Lazarillo, El Quijote, Góngora, Quevedo, Lope, Calderón, Bécquer, Galdós y cuantos escritores del 98, del 14 o del 27 molesten al pijiprogre. ¿Que es un docente decente? Pues pasará a la clandestinidad y susurrará a los alumnos quién fue el Manco de Lepanto. Pero si quiere ascender, ya sabe: mucho poeta local, mucho idioma regional, mucho Suso de Toro y mucho Cebrián. Eso: ¡Abajo Cervantes y viva Cebrián! ¡Viva Sabino Arana, viva Companys y abajo los Reyes Católicos! ¡Vivan las caenas!