25.1.07
COMENTARIOS LIBERALES De Girón a Mayol FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
25-01-07
COMENTARIOS LIBERALES
De Girón a Mayol
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
No sé por qué los critican. A mí cada día me gusta más la pareja Saura-Mayol, consejeros del Gobierno montillesco, grandes defensores de los okupas y que no dejan pasar un solo día sin atacar el derecho de propiedad. Cierto que, como ha dicho Montse Nebrera, eso es atacar la libertad, porque no hay un solo país libre que no garantice la propiedad. Al revés: todo régimen autoritario que, como el franquismo, respeta la propiedad privada, tarde o temprano acabará por conseguir la libertad. Otra cosa es el totalitarismo comunista, de donde parece más difícil salir, pero, siempre que no sea una simple oficina mafiosa del partido único, al menos no matará de hambre a sus súbditos.
(.../...)
Más injustísimas críticas: Alberto Fernández Díaz, el excelente candidato del PP a la Alcaldía barcelonesa, ha proclamado su «hartazgo» de la feliz pareja gubernamental y ha pedido la dimisión de Mayol por su apología permanente de los delitos contra la propiedad. No le harán caso. El propio Fernández Díaz dice que el Gobierno amontillado y mayolesco «acosa a los que pagan sus impuestos» y actúa como «Inquisición contra la propiedad privada».
Evidente. Pero, en el fondo, Mayol sólo dice lo que Montilla no se atreve a decir. «La Inma» representa la «revolución pendiente» de la izquierda catalana, que, como aún no ha hecho la transición, se permite personajes a lo Girón de Velasco, el León de Fuengirola. Sí, hombre, aquel ex ministro de Franco que amenazaba siempre con la «revolución pendiente» falangista para atacar a otras familias del régimen, como los del Opus, más reformistas. En los amenes de la dictadura, cuando Cebrián mandaba en RTVE, cada vez que salía Girón con su bastón amenazando con la revolución, metía miedo por lo militar, aunque por lo civil sólo fuera un abuelo Cebolleta recalificado.
Mayol es una afortunada propietaria inmueble, como Girón, y también antisistema a sus horas. Si le dejaran, nacionalizaba la banca los fines de semana. Eso sí, el lunes, bien arregladita a TV3, a proclamarse «rebelde» y «antisistema». Mayol dice que la culpa de lo que pasa la tiene el Código Penal del 95: «Yo no justifico la violencia pero generó más anticuerpos y más mal rollo en el movimiento okupa». No la justifica, pero añade: «No se puede tratar como delincuente a quien no vive como delincuente».
¿Es que robar ya no es delinquir? No. Es darle un «fin social» a un lugar «abandonado». Mientras no esté donado, de abandono, nada; pero con esta parejita pijiprogre todo es «enrollarse». Por ejemplo, según Saura, el desalojo por orden judicial de unos okupas se hizo «de buen rollo». O sea, que al final, la dictadura se resumirá en que Franco se enrollaba bien con Girón de Velasco, y nosotros sin enterarnos. Sólo lo sabía Cebrián.
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Más injustísimas críticas: Alberto Fernández Díaz, el excelente candidato del PP a la Alcaldía barcelonesa, ha proclamado su «hartazgo» de la feliz pareja gubernamental y ha pedido la dimisión de Mayol por su apología permanente de los delitos contra la propiedad. No le harán caso. El propio Fernández Díaz dice que el Gobierno amontillado y mayolesco «acosa a los que pagan sus impuestos» y actúa como «Inquisición contra la propiedad privada».
Evidente. Pero, en el fondo, Mayol sólo dice lo que Montilla no se atreve a decir. «La Inma» representa la «revolución pendiente» de la izquierda catalana, que, como aún no ha hecho la transición, se permite personajes a lo Girón de Velasco, el León de Fuengirola. Sí, hombre, aquel ex ministro de Franco que amenazaba siempre con la «revolución pendiente» falangista para atacar a otras familias del régimen, como los del Opus, más reformistas. En los amenes de la dictadura, cuando Cebrián mandaba en RTVE, cada vez que salía Girón con su bastón amenazando con la revolución, metía miedo por lo militar, aunque por lo civil sólo fuera un abuelo Cebolleta recalificado.
Mayol es una afortunada propietaria inmueble, como Girón, y también antisistema a sus horas. Si le dejaran, nacionalizaba la banca los fines de semana. Eso sí, el lunes, bien arregladita a TV3, a proclamarse «rebelde» y «antisistema». Mayol dice que la culpa de lo que pasa la tiene el Código Penal del 95: «Yo no justifico la violencia pero generó más anticuerpos y más mal rollo en el movimiento okupa». No la justifica, pero añade: «No se puede tratar como delincuente a quien no vive como delincuente».
¿Es que robar ya no es delinquir? No. Es darle un «fin social» a un lugar «abandonado». Mientras no esté donado, de abandono, nada; pero con esta parejita pijiprogre todo es «enrollarse». Por ejemplo, según Saura, el desalojo por orden judicial de unos okupas se hizo «de buen rollo». O sea, que al final, la dictadura se resumirá en que Franco se enrollaba bien con Girón de Velasco, y nosotros sin enterarnos. Sólo lo sabía Cebrián.