Hemeroteca de kickjor

Desde la masacre del 11-M hemos comentado aquí más de una vez que el empeño socialista en mantener que ETA no participó ni pudo participar en el 11-M coloca a Zapatero en una situación de absoluta debilidad ante la banda criminal, porque basta con decir que un grupo etarra más o menos controlado, solo o en compañía de otros, perpetró los sangrientos atentados que cambiaron la Historia de España para que el crédito del zapaterismo se fuera por la alcantarilla, mientras el de la propia ETA queda intacto.Legal y políticamente hablando, da lo mismo que los asesinos fueran islamistas, etarras, excrecencias gálicas o vengativos mojamés perejileros. El 11-M, el Gobierno era del PP y, a pesar de su gran eficacia en la lucha legal contra el terrorismo etarra (de la que antes podía también presumir Zapatero), la responsabilidad política siempre será suya, aunque obviamente no se puede culpar a un Gobierno que lucha denodadamente contra el terror de lo que hacen los terroristas. Pero ahora sabemos que el PSOE estaba en conversaciones con ETA al mismo tiempo que firmaba el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo con el PP. Ya no puede presumir de buena fe. Siempre mintió.

Hay quien piensa que la liquidación de la nación española y del régimen de 1978 la hace Zapatero bajo ese chantaje etarra; otros la achacan a liviandad intelectual y falta de patriotismo; y cada vez más gente cree que el pacto con ETA es anterior al 11-M y de forma tácita incluiría la masacre para desalojar al PP del poder. Eso son conjeturas, pero la evidencia de que tramas negras de la Policía han construído mediante pruebas falsas el sumario-restario del juez Del Olmo favorece las peores hipótesis. Otro tanto sucede con el famoso alto el fuego etarra y la continuación de los atentados, que el agente doble Dezcallar atribuye a un sector escindido de la banda mientras el elocuente Moraleda asegura que ETA no dio orden de perpetrar atentados como el de Navarra y que las cartas de extorsión que siguen llegando a los empresarios son anteriores al supuesto alto el fuego. ¿Y cómo lo sabe Zapatero? ¿Acaso cree que los etarras tienen con él alguna obligación moral? ¿O que tienen moral? ¿Es que los asesinos de Miguel Angel Blanco o de Hipercor se van a parar ante la mentira? La famosa verificación de la que habla el Gobierno sólo puede limitarse a los hechos, pero como el Gobierno nos ha vendido como hazaña propia la supuesta buena voluntad de los terroristas, se ha colocado otra vez bajo chantaje. Aunque puede haber escisiones (que le pregunten a Otegi que ya protagonizó una), ETA no necesita escindirse para seguir atentando mientras dice que no atenta. Puede hacer lo que quiera, porque el Gobierno justificará lo que sea. Y como en el 11-M, sin necesidad. ¿O estamos siempre en el mismo chantaje?