Hemeroteca de kickjor

Tras la exitosísima experiencia del parquímetro, Gallardón debería instalarse en su mastaba de Correos un alcaldímetro, a fin de medir el grado de excitación del regidor de la Villa y, cuando el resultado sea alto, evitar a los vecinos, a su partido y a sí mismo el espectáculo de su ira, que es penoso, o el de su despecho, que resulta sencillamente ridículo. Ayer publicaba el diario escolta de El País unas declaraciones de Gallardón en las que se permitía recomendar a Rajoy que olvidara el 11-M, los «revisionismos históricos», el «mirar atrás» y el «radicalismo mimético», porque, decía pomposamente el alcalde, sólo desde la moderación es creíble la firmeza. Ahí tendría que haber soplado el alcaldímetro y pensar antes de hablar, porque la única firmeza conocida de Gallardón es su ambición, y es absolutamente inmoderado exhibiéndola.

Pero lo fuerte en la demagogia merengada gallardonita no era su archiconocido afán de aspirar a La Moncloa sobre las ruinas de su partido, sino lo de olvidar el 11-M. Eso lo decía el alcalde de Madrid dos días antes de la manifestación de la AVT con el lema Queremos saber la verdad sobre el 11-M. Eso lo decía Gallardón en un periódico que viene defendiendo, siempre a las órdenes de Polanco, la versión oficial sobre la masacre del 11-M, aunque a estas alturas de la investigación periodística, que no policial ni judicial, sea insostenible. En su afán de servir a los beneficiarios y manipuladores de la masacre, el ABC no ha vacilado en manipular unas declaraciones de Aznar sobre el terrorismo islámico y hasta una carta de Aznar denunciando la manipulación. Si no al presidente Aznar, que también, Gallardón debería tener más respeto a sus concejalas.

En la tertulia recordó Pedro J. que Gallardón ya fue uno de los defensores de los responsables políticos del GAL. Y es que nunca nada socialista le es ajeno ni hostil. Pero donde acertó nuestro director fue al decir que, si hay alguien que debería insistir día y noche en que se investigue hasta el final el 11-M, ése es el alcalde de Madrid, solar asolado por la masacre. ¿Se imagina alguien a Giuliani o Forbes diciendo: «Olvidad el 11S»? Si, al revés, Gallardón se suma a la operación de encubrimiento polanco-zapateril yo tengo el derecho de decir que antepone la conquista del poder a manos de Polanco a la búsqueda de la justicia para las víctimas. Y como miembro de la AVT, tengo también derecho a decir que Gallardón no debería ir a una manifestación cuyo lema le parece tan mal, porque parece una provocación. Y ayer da Gallardón una grotesca rueda de prensa diciendo que yo le amenazo con que le pasará como a Bono. ¿Aún no sabe que a Bono no le pasó nada? Por mí, como si va con Peces-Barba. Pero no olvide el alcaldímetro.