Hemeroteca de kickjor

El otro día, repasando los disparates que contra la ley se están perpetrando desde los distintos poderes un día sí y otro también, decía Jorge de Esteban que no sólo se aspiraba a la cuadratura del círculo sino que, a este paso, alcanzaríamos la circulatura del cuadrado. Pues bien, pocas veces estará más claro que hoy el doble contradiós, lo imposible en marcha, el ser del no ser y viceversa, el caos como forma de orden y el orden como designio caótico. Porque el estreno europarlamentario de la alianza del Gobierno y ETA que de manera tan obscena como suicida promueve Zapatero ha tenido en las últimas horas hitos memorables, bien que a la manera de los cuentos de terror de Perrault o de Edgar Allan Poe. Hoy promueven el PSOE y la izquierda europea (más el sedicente liberalismo de alquiler germánico, el del «convoluto») un respaldo político al mal llamado proceso de paz de Zapatero y los etarras, justo cuando lo que queda del Estado de Derecho en España, que será poco pero está siendo berroqueño, se muestra en contra de cualquier rendición ante el terrorismo tanto en la teoría como en la práctica.

Ayer se confirmó el procesamiento de Otegi como perteneciente a ETA; anteayer el Supremo ordenó el arqueo de las herriko tabernas y abroncó a Garzón por no haber dedicado desde 2002 el tiempo y el esfuerzo debidos al cumplimiento de la liquidación del patrimonio de la ilegalizada (y, según el reciente dictamen encargado por el Gobierno, no relegalizable) Batasuna; también ayer, la policía francesa confirmó que ETA habría robado en el vecino país nada menos que 200 pistolas y revólveres, sin duda como prueba de buena voluntad en este proceso de paz que hasta ahora sólo ha supuesto el aumento generalizado de la violencia. Yo me pregunto qué va a votar hoy o qué pretende el PSOE que vote el Parlamento Europeo. ¿El rearme de ETA en Francia? ¿La burla a las víctimas del terrorismo en España? ¿La quiebra de nuestro Estado de Derecho? ¿El definitivo entierro de Montesquieu? ¿La ruina de Schengen? ¿Pero qué pretende Zapatero? Darle respetabilidad a ETA, sin duda, para no perderla él del todo. Pero ¿puede conseguirlo? No. Incluso si lo votaran -que no lo votarán- todos los europarlamentarios en sentido homenaje a Chamberlain y Daladier en el sexagésimo octavo cumpleaños de la capitulación de Múnich o en recuerdo de todas las bobadas del 68 que han convertido a Europa en una onerosa ruina. Onerosa, porque su odio al liberalismo nos cuesta muy caro -y no digamos a los pobres países del Tercer Mundo cuyos productos agrícolas se vetan-; y ruina, porque todo lo que no sea edificar un Estado de Derecho que alcance toda la UE supondrá arruinar la idea de Europa. O sea, intentar la cuadratura del círculo y la circulatura del cuadrado. Un disparate atroz.