5.12.06
COMENTARIOS LIBERALES 'Conspirapsoes' FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
5-12-06
COMENTARIOS LIBERALES
'Conspirapsoes'
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
En tiempos de los GAL, el estilista Juan Luis Cebrián, gran jefe de los que durante años lograron evitar con la desinformación y la intoxicación sistemáticas que dos docenas de crímenes fueran juzgados y los responsables castigados por ellos, bautizó paradójicamente como «Sindicato del Crimen» a los periodistas que buscaban la verdad sobre los llamados «crímenes de Estado», que suelen serlo siempre de Gobierno o de Monarca. Ese ente jurídico que llamamos Estado difícilmente puede delinquir, salvo que lo humanicemos y lo politicemos todo al modo de TV3, que antes decía: «Llueve en todo el Estado español». Espero que pronto pueda «llover en la nación vecina». Eso sí, en el extranjero llueve siempre en catalán, sea en Osca, Saragossa o Terol. En las teles de Madrid dicen en cambio que llueve en Girona y Lleida (Yirona y Yeida, suenan), pero no catalanizan Barcelona. ¿Por qué? ¡Ah! Misterios de la corrección política y la corrupción gramatical que no hay quien entienda. Lo de los GAL, en cambio, se entendía perfectamente: la mejor defensa es un buen ataque y, en lo que a propaganda totalitaria se refiere, Cebrián sí es un artista de la Academia de Willi Munzenberg, la Komintern, madre de la de Goebbels.
Lo que Cebrián y sus secuaces, otra vez al servicio del Gobierno del PSOE, están haciendo con la investigación de la masacre del 11-M es lo mismo que en tiempos de los GAL, pero corregido y aumentado hasta el delirio y la infamia. Durante un año, desde la publicación de los primeros «agujeros negros» de Fernando Múgica, hicieron el trabajo sucio de la desinformación o contraprogramación. Como en tiempos de los GAL, EL MUNDO volvió a no salir a medianoche a los quioscos o los Vips para evitar que la brigadilla del amanecer polanquista contraprogramara o desinformara sobre la noticia de portada. Ayer, la conspiración no estaba, obviamente, en los periodistas que según el académico siamés de Cebrián -o sea, Anson- «elevaron el listón de la crítica» a González como si para tan higiénica tarea hiciera falta conspirar. Los que conspiraban eran los del Sindicato del Crimen de Míster X. Hoy tampoco hay una conspiración para culpar al PSOE de ocultar datos sobre el 11-M. Unos pocos medios buscan esclarecer esa masacre que, convenientemente manipulada por Cebrián y Cía, llevó al poder a Zapatero. Lo que sí hay son varias conspiraciones políticas, policiales y periodísticas que se resumen en una: borrar cualquier relación de ETA con el 11-M. Ya están en el banquillo los policías que falsificaron documentos oficiales al servicio de esa conspiración. Y vemos ahora que la UCIE obedecía a la misma consigna que Santano y los demás: ocultar al juez todo lo que en el 11-M conduce a ETA. En fin, en los gálicos años 80 alguien hizo una pintada célebre: Corrupsoe en Miami. Las conspirapsoes son tan viejas como la corrupción.
Lo que Cebrián y sus secuaces, otra vez al servicio del Gobierno del PSOE, están haciendo con la investigación de la masacre del 11-M es lo mismo que en tiempos de los GAL, pero corregido y aumentado hasta el delirio y la infamia. Durante un año, desde la publicación de los primeros «agujeros negros» de Fernando Múgica, hicieron el trabajo sucio de la desinformación o contraprogramación. Como en tiempos de los GAL, EL MUNDO volvió a no salir a medianoche a los quioscos o los Vips para evitar que la brigadilla del amanecer polanquista contraprogramara o desinformara sobre la noticia de portada. Ayer, la conspiración no estaba, obviamente, en los periodistas que según el académico siamés de Cebrián -o sea, Anson- «elevaron el listón de la crítica» a González como si para tan higiénica tarea hiciera falta conspirar. Los que conspiraban eran los del Sindicato del Crimen de Míster X. Hoy tampoco hay una conspiración para culpar al PSOE de ocultar datos sobre el 11-M. Unos pocos medios buscan esclarecer esa masacre que, convenientemente manipulada por Cebrián y Cía, llevó al poder a Zapatero. Lo que sí hay son varias conspiraciones políticas, policiales y periodísticas que se resumen en una: borrar cualquier relación de ETA con el 11-M. Ya están en el banquillo los policías que falsificaron documentos oficiales al servicio de esa conspiración. Y vemos ahora que la UCIE obedecía a la misma consigna que Santano y los demás: ocultar al juez todo lo que en el 11-M conduce a ETA. En fin, en los gálicos años 80 alguien hizo una pintada célebre: Corrupsoe en Miami. Las conspirapsoes son tan viejas como la corrupción.