27.9.06

 

La pilila

 

27-09-06



AL ABORDAJE

La pilila


DAVID GISTAU

No estaba España tan pendiente de una picha desde aquellas fotografías tomadas en un barco en las que el conde Lequio parecía tener a Gravesen como hermano siamés. Más que una pilila, si es que viene equipado de serie con ella, se diría que el heredero de la heredera del heredero de la primera parte contratante puede traer colgando a Excalibur. Es decir, una suerte de derecho por la gracia de Dios al contrato indefinido que provocará un conflicto de sucesión en el anacronismo monárquico si no se altera a tiempo la Constitución o si los cortesanos partidarios de la igualdad -los leonoristas: la Corona de nuevo rota en facciones- no le borran el pirulín con el photoshop como le amputaron las piernas al Rey en el fotomontaje navideño.

En las últimas tres décadas, España ha completado el tránsito desde el absolutismo a la democracia liberal, más apegada al derecho que a las supersticiones. Aun así, nos falta audacia para emanciparnos de una monarquía degradada al pijerío profesional a la que, desde la Transición, sostiene la amenaza de que sin ella una de las dos Españas ha de helarnos el corazón.

Otra vez. Como si los tiempos que corren pudieran, de nuevo, hacer necesario a un padre tutelar con el pijama debajo del uniforme. Cuando menos podrían, como se ha hecho con la financiación de la Iglesia, dar a elegir si una parte de nuestros impuestos se destina o no a llenar la nevera de Zarzuela, y que apoquinen los afectos a ese costoso residuo ornamental. Pero no es así. El único debate abierto se refiere a la pilila, a una abolición de la discriminación por sexo con la que se pretende una homologación parcial de la institución con aquellos valores de la época que sirvan para integrarla sin llegar a refutarla.

Si se trata de democratizarla, y suponiendo que Letizia alumbre un varón, ¿por qué no consentir que sea el propio pueblo quien escoja a su monarca? Lo que convendría aquí es un reality show en la televisión pública en cuanto ambos pretendientes se acercaran a la mayoría de edad. Una especie de Operación Rey en que se pudiera ir votando mediante mensajes sms a los candidatos en función de cómo se comportaran en las diferentes pruebas concebidas para medir su capacidad de reinar. Una competición de esquí. Una regata. Un simulador de helicóptero. Un mensaje de Navidad puntuado por los jueces monologuistas de El club de Flo. Unos coreógrafos que les enseñaran a saludar desde el balcón con calidez y donaire. Un simulacro de inauguración de una fábrica de yogures.

Un duelo de a ver quién es el que aguanta más tiempo despierto en actos tan vibrantes como la apertura del año judicial o el discurso del premio Cervantes. La nieta de Franco ya ha abierto ese camino.

Comentarios:

Publicar un comentario



<<A página principal

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Estadisticas y contadores web gratis
Oposiciones Masters

         Image hosting by Photobucket

    Escribeme

   
 

Mi Bitácora

  La Bitácora de Luis del Pino
 Fondo documental sobre el 11-M y su foro
Mensajes anteriores
Prensa Digital

 

Links solidarios