12.12.06
COMENTARIOS LIBERALES A la vera del 11-M FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
12-12-06
COMENTARIOS LIBERALES
A la vera del 11-M
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
A pesar de su prudentísimo cálculo o de su calculadísima prudencia, lo que ayer publicó García Abadillo sobre las andanzas de Rafael Vera el 11-M y días sucesivos es una de las grandes averiguaciones sobre el proceso subversivo que, con Zapatero al frente del Gobierno, ha cambiado de raíz la política española, tanto nacional como internacional.
A efectos políticos, da lo mismo si el PSOE se subió al carro sangriento de la masacre para manipular sus efectos en el electorado o si miembros destacados del felipismo estaban integrados en la conspiración del 11-M (sí, he dicho conspiración, porque para volar cuatro trenes y un Gobierno hace falta una gigantesca conspiración). Y tras las últimas hazañas de los jueces Garzón y Del Olmo en esa otra conspiración de silencio para borrar las huellas de ETA en el 11-M, nadie puede albergar dudas sobre la ciclópea tarea que tiene ante sí la Justicia española, si es que no quiere convertirse en cómplice de los que con togas y sin togas, con carteras y sin carteras, han hecho objeto al pueblo español del mayor timo de su larguísima Historia.
Nunca he tenido una gran opinión de los jueces españoles, la verdad, pero aún la tengo peor de los periodistas y, sin embargo, todo lo que vamos avanzando en el conocimiento de las sombras -aún no se ve la luz- del 11-M se lo debemos a unos pocos medios de comunicación y a algún juez, así que, a modo de reconocimiento (y también para celebrar la vuelta de Umbral a la columna) expondré las primeras dudas que me suscitan las revelaciones casimíricas.
1) Compatibilidad del estatus legal y penitenciario de Rafael Vera (RV) con la obtención y disfrute de un despacho oficial con el propósito explícito de evitar cualquier vigilancia policial. 2) Ocultación por parte del PSOE de las pistas del 11-M que llevan a los hombres de los GAL con tanto afán y mayor eficacia que las pistas que llevan a ETA. 3) Veracidad de las respuestas de Rubalcaba en la Comisión de Investigación del 11-M sobre sus relaciones con RV después de la masacre, incluída su referencia a Rodríguez Ibarra. 4) Posibilidad de que realmente fuera la juez Levert la que informase a RV sobre la detención de supuestos islamistas el 13-M y no al revés, porque parece inverosímil que Levert tuviera mejores fuentes que RV en las fuerzas de seguridad españolas. 5) Relación de la puesta en marcha de un Estado Mayor clandestino del PSOE en Mérida con la larga visita de Barrionuevo y Corcuera a Galindo en la cárcel el 11-M por la tarde. Y 6) Posibilidad de que RV no realizara sólo tareas de recogida de información para el PSOE sobre la autoría de la masacre sino sobre la creación de pruebas falsas y sobre la confección de una supuesta trama islamista a partir de confidentes moros y asturianos controlados por el felipismo poligálico.
Tengo más dudas, pero con seis, por hoy, vale.
A efectos políticos, da lo mismo si el PSOE se subió al carro sangriento de la masacre para manipular sus efectos en el electorado o si miembros destacados del felipismo estaban integrados en la conspiración del 11-M (sí, he dicho conspiración, porque para volar cuatro trenes y un Gobierno hace falta una gigantesca conspiración). Y tras las últimas hazañas de los jueces Garzón y Del Olmo en esa otra conspiración de silencio para borrar las huellas de ETA en el 11-M, nadie puede albergar dudas sobre la ciclópea tarea que tiene ante sí la Justicia española, si es que no quiere convertirse en cómplice de los que con togas y sin togas, con carteras y sin carteras, han hecho objeto al pueblo español del mayor timo de su larguísima Historia.
Nunca he tenido una gran opinión de los jueces españoles, la verdad, pero aún la tengo peor de los periodistas y, sin embargo, todo lo que vamos avanzando en el conocimiento de las sombras -aún no se ve la luz- del 11-M se lo debemos a unos pocos medios de comunicación y a algún juez, así que, a modo de reconocimiento (y también para celebrar la vuelta de Umbral a la columna) expondré las primeras dudas que me suscitan las revelaciones casimíricas.
1) Compatibilidad del estatus legal y penitenciario de Rafael Vera (RV) con la obtención y disfrute de un despacho oficial con el propósito explícito de evitar cualquier vigilancia policial. 2) Ocultación por parte del PSOE de las pistas del 11-M que llevan a los hombres de los GAL con tanto afán y mayor eficacia que las pistas que llevan a ETA. 3) Veracidad de las respuestas de Rubalcaba en la Comisión de Investigación del 11-M sobre sus relaciones con RV después de la masacre, incluída su referencia a Rodríguez Ibarra. 4) Posibilidad de que realmente fuera la juez Levert la que informase a RV sobre la detención de supuestos islamistas el 13-M y no al revés, porque parece inverosímil que Levert tuviera mejores fuentes que RV en las fuerzas de seguridad españolas. 5) Relación de la puesta en marcha de un Estado Mayor clandestino del PSOE en Mérida con la larga visita de Barrionuevo y Corcuera a Galindo en la cárcel el 11-M por la tarde. Y 6) Posibilidad de que RV no realizara sólo tareas de recogida de información para el PSOE sobre la autoría de la masacre sino sobre la creación de pruebas falsas y sobre la confección de una supuesta trama islamista a partir de confidentes moros y asturianos controlados por el felipismo poligálico.
Tengo más dudas, pero con seis, por hoy, vale.