12.12.06
Desmentido teatral
12-12-06
Desmentido teatral
C. GARCIA-ABADILLO
«Falso», «falso de toda falsedad», «radicalmente falso»... Vera, Blanco y Rodríguez Ibarra parecían ayer muy enfadados con la información publicada por EL MUNDO.
¡No se sulfuren tanto! Vayamos a los hechos, limpiando de hojarasca la impostada ampulosidad de los ofendidos.
Ni Blanco, ni Rodríguez Ibarra hicieron mención ayer al aspecto sustantivo de la cuestión: la intervención de Vera como fuente del PSOE tras el 11-M.
(.../...)
Sin embargo, el ex número dos de Interior no tuvo inconveniente en reconocer que habló con Rodríguez Ibarra para decirle que ETA no estaba detrás de los atentados de Madrid. Añadió, además, que era una opinión «no basada en ningún dato» y que «ahí se acabó» toda su intervención.
Pero su intervención no concluyó ahí. Para corroborarlo, no hay más que recordar la comparecencia del 29 de julio de 2004 de Pérez Rubalcaba en el Congreso: «Me llamó Ibarra para decirme que Vera me quería decir algo. Le llamé y me dijo que, a su juicio, la tesis de colaboración entre ETA y Al Qaeda no era posible».
O sea que, además de hablar con el presidente de la Junta de Extremadura, Vera habló también con Rubalcaba. Si, como dice el ex secretario de Seguridad, su opinión no estaba basada «en ningún dato», no se entiende el interés de Rodríguez Ibarra en que Rubalcaba hablara con él.
Por otro lado, resulta -como poco- chocante que Vera justifique ahora la visita de Corcuera y Barrionuevo a la cárcel de Ocaña, el 11 de marzo por la tarde, para ver al general Galindo, porque los ex ministros querían mostrarle «su solidaridad» ya que pensaban que el atentado «era obra de ETA». Es decir, que en vez de solidarizarse con las víctimas, fueron a consolar a un hombre condenado por el asesinato de dos presuntos etarras. Incomprensible. Pero, además, ¿por qué era valiosa para el PSOE la opinión de Vera, que creía que ETA no había sido la autora del 11-M, y, sin embargo, nadie quiso hablar con Corcuera y Barrionuevo, que, según su subordinado, sí pensaban que había sido la culpable de la masacre? Esto es aún más incomprensible.
Como se infiere de la insistencia de Ibarra ante Rubalcaba, Vera sí tenía información sensible. Y me ratifico: aludió como argumento de autoridad a su conversación con la juez Levert (a la que, por cierto, no mencionó en su desmentido), para anunciar que habría detenciones de islamistas el 13 de marzo.
Es una lástima que, para ese alud de desmentidos, el PSOE no haya logrado la colaboración de Margarita Robles.
¡No se sulfuren tanto! Vayamos a los hechos, limpiando de hojarasca la impostada ampulosidad de los ofendidos.
Ni Blanco, ni Rodríguez Ibarra hicieron mención ayer al aspecto sustantivo de la cuestión: la intervención de Vera como fuente del PSOE tras el 11-M.
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Sin embargo, el ex número dos de Interior no tuvo inconveniente en reconocer que habló con Rodríguez Ibarra para decirle que ETA no estaba detrás de los atentados de Madrid. Añadió, además, que era una opinión «no basada en ningún dato» y que «ahí se acabó» toda su intervención.
Pero su intervención no concluyó ahí. Para corroborarlo, no hay más que recordar la comparecencia del 29 de julio de 2004 de Pérez Rubalcaba en el Congreso: «Me llamó Ibarra para decirme que Vera me quería decir algo. Le llamé y me dijo que, a su juicio, la tesis de colaboración entre ETA y Al Qaeda no era posible».
O sea que, además de hablar con el presidente de la Junta de Extremadura, Vera habló también con Rubalcaba. Si, como dice el ex secretario de Seguridad, su opinión no estaba basada «en ningún dato», no se entiende el interés de Rodríguez Ibarra en que Rubalcaba hablara con él.
Por otro lado, resulta -como poco- chocante que Vera justifique ahora la visita de Corcuera y Barrionuevo a la cárcel de Ocaña, el 11 de marzo por la tarde, para ver al general Galindo, porque los ex ministros querían mostrarle «su solidaridad» ya que pensaban que el atentado «era obra de ETA». Es decir, que en vez de solidarizarse con las víctimas, fueron a consolar a un hombre condenado por el asesinato de dos presuntos etarras. Incomprensible. Pero, además, ¿por qué era valiosa para el PSOE la opinión de Vera, que creía que ETA no había sido la autora del 11-M, y, sin embargo, nadie quiso hablar con Corcuera y Barrionuevo, que, según su subordinado, sí pensaban que había sido la culpable de la masacre? Esto es aún más incomprensible.
Como se infiere de la insistencia de Ibarra ante Rubalcaba, Vera sí tenía información sensible. Y me ratifico: aludió como argumento de autoridad a su conversación con la juez Levert (a la que, por cierto, no mencionó en su desmentido), para anunciar que habría detenciones de islamistas el 13 de marzo.
Es una lástima que, para ese alud de desmentidos, el PSOE no haya logrado la colaboración de Margarita Robles.
# Mensaje enviado por Kickjor @ 8:40 a. m. 
